Vanessa logró llegar al apartamento sin perderse. Vio que la
puerta se encontraba entre abierta y no dudo mucho en entrar. Shokora llegó
hasta sus pies y posó ambas patas delanteras en sus piernas. Se le notaba algo
asustado al cachorro. La menor cargó al perro y vio el desastre alrededor. Los
muebles estaban fuera de su lugar y varios de los adornos estaban rotos.
-Cosita bonita- Le habló al cachorro- ¿Qué pasó aquí?
Shokora dirigió su mirada a la habitación. Vanessa le dejó en el suelo y se dirigió al lugar. Tocó un par de veces, aunque con respuesta nula. Giró la perilla y entró en el lugar a paso lento. Miraba alrededor, hasta que localizó a su mayor tendido en la cama, con la mirada perdida en el techo. Aun se le veía enojado por la situación.
-Hola- Musitó la menor y se acercó al borde de la cama-
-¿No estaba lo suficientemente ocupada como para venirme a ver?- Cuestionó el baterista sin voltear a verle- ¿Qué hace aquí perdiendo el tiempo?
-Si hubiera algo más importante que estar aquí…- Se quedo callada un momento- ¿Sabe? solo porque estuviera en un hospital, sería suficiente para no venirle a ver después de un problema de esta magnitud
-¿Me explicarás las cosas?- Se levantó y le miró- Creo que fue suficiente con tus acciones el día de hoy
-¿Podrías dejar de sacar tus propias conclusiones?- Suspiro y no reparó en el modo en que se dirigía a él- Vine porque quiero aclarar este error.
-¿Error?- Rió levemente- Yo mismo los vi ¿Qué hay de error? Lo besaste, es todo, lo quieres. Siendo así, no entiendo a que viniste inútilmente aquí
-¡YO NO LO BESÉ!- Gritó- Me tomó por sorpresa, me acorraló, no me dio tiempo de reaccionar. Él se disculpó, yo no accedí a nada solo me quedé congelada.
-¿Esperas que me crea eso?- Le reclamó, claramente molesto- Ahora resulta, que si te acorralan te pueden besar a su antojo
-¡¿Qué?¡
-Cosita bonita- Le habló al cachorro- ¿Qué pasó aquí?
Shokora dirigió su mirada a la habitación. Vanessa le dejó en el suelo y se dirigió al lugar. Tocó un par de veces, aunque con respuesta nula. Giró la perilla y entró en el lugar a paso lento. Miraba alrededor, hasta que localizó a su mayor tendido en la cama, con la mirada perdida en el techo. Aun se le veía enojado por la situación.
-Hola- Musitó la menor y se acercó al borde de la cama-
-¿No estaba lo suficientemente ocupada como para venirme a ver?- Cuestionó el baterista sin voltear a verle- ¿Qué hace aquí perdiendo el tiempo?
-Si hubiera algo más importante que estar aquí…- Se quedo callada un momento- ¿Sabe? solo porque estuviera en un hospital, sería suficiente para no venirle a ver después de un problema de esta magnitud
-¿Me explicarás las cosas?- Se levantó y le miró- Creo que fue suficiente con tus acciones el día de hoy
-¿Podrías dejar de sacar tus propias conclusiones?- Suspiro y no reparó en el modo en que se dirigía a él- Vine porque quiero aclarar este error.
-¿Error?- Rió levemente- Yo mismo los vi ¿Qué hay de error? Lo besaste, es todo, lo quieres. Siendo así, no entiendo a que viniste inútilmente aquí
-¡YO NO LO BESÉ!- Gritó- Me tomó por sorpresa, me acorraló, no me dio tiempo de reaccionar. Él se disculpó, yo no accedí a nada solo me quedé congelada.
-¿Esperas que me crea eso?- Le reclamó, claramente molesto- Ahora resulta, que si te acorralan te pueden besar a su antojo
-¡¿Qué?¡
Shirato se levantó de la cama, tomó a la menor por las
muñecas y la empujó levemente hasta la pared dejándole imposibilitada de
moverse. Vanessa le miró con algo de miedo, era la primera vez que veía esa
forma de ser en el mayor.
-Vamos a ver qué tan cierto es lo que dices- Le miró fijo a
los ojos- Bien pudiste librarte de su agarre ¿no es así?
-Shirato, me lastimas- Se quejó mientras forcejeaba- ¡Suéltame!
-Shirato, me lastimas- Se quejó mientras forcejeaba- ¡Suéltame!
El baterista atrapó los labios de su pareja en un beso forzado.
La menor luchaba contra eso, pero la clara diferencia entre los cuerpos le hizo
perder la pelea. Finalmente las manos del mayor fueron perdiendo fuerza, siendo
ahí el momento oportuno que tomó Vanessa para librarse de su agarre, le miró
por unos momentos y terminó por darle una cachetada a su pareja.
-¡Estás loco! ¿Verdad?
-Bien pudiste hacer eso- Llevó la mano hasta su mejilla, donde había recibido el golpe- Sin embargo solo te fuiste cuándo el te liberó. ¿Qué da a entender eso?
-Que ese momento fue delicado, ¡este fue agresivo!
-Pero no hubiera sido él, que te hubiera importado poco la situación
-¡DEJA DE SACAR TUS PROPIAS CONCLUSIONES!- Sus ojos se cristalizaron pero mantuvo su posición- Si no gustas creerme, ya es tú problema ¡Te estoy diciendo la verdad!
-Ajá
-Bien pudiste hacer eso- Llevó la mano hasta su mejilla, donde había recibido el golpe- Sin embargo solo te fuiste cuándo el te liberó. ¿Qué da a entender eso?
-Que ese momento fue delicado, ¡este fue agresivo!
-Pero no hubiera sido él, que te hubiera importado poco la situación
-¡DEJA DE SACAR TUS PROPIAS CONCLUSIONES!- Sus ojos se cristalizaron pero mantuvo su posición- Si no gustas creerme, ya es tú problema ¡Te estoy diciendo la verdad!
-Ajá
Fue lo único que alcanzó a decir, antes de atrapar los labios
de su pareja en otro beso, igualmente, forzado. Vanessa se resistía ante sus
acciones, hasta que poco a poco fue cediendo. Queriendo o no, le gustaba la
sensación de esos labios sobre los suyos. Shirato la empujaba, con un poco más
de suavidad, hasta donde estaba la cama, prontamente cayeron sobre ella. La
menor finalmente reacciono de lo que sucedía y comenzó a forcejear nuevamente.
Sus lágrimas no se hicieron esperar y esto hizo que el baterista se detuviera.
-Déjame ir- sollozó-
-¿A qué?- Se levantó y le miró aun tendida sobre la cama-¿A buscar de nuevo sus labios?
-¡TUS MALDITOS CELOS NO TE DEJAN SHIRATO!- Le gritó claramente exaltada- ¿No te bastó con que en este momento cediera a tus acciones? ¿No te bastó con que viniera aquí, siendo que, usualmente, todo lo dejo pasar?
-¿Cómo quieres que me baste cuándo a él no le hiciste nada y a mí me pegaste una cachetada?
-Otra vez a lo mismo…- Se levantó de la cama. Por el enojo y las emociones se mareó de inmediato y sintió una punzada en su pecho- ¿Sabes qué? Cuándo se te pase el estrés, me buscas. Ah, es cierto… mañana, después del concierto, regreso a México.
-¡Claro! el maldito concierto- La miró mientras se acercaba a la puerta- ¡Vete de una buena vez con él!
-Sí eso es lo que deseas… probablemente lo haga
-¿A qué?- Se levantó y le miró aun tendida sobre la cama-¿A buscar de nuevo sus labios?
-¡TUS MALDITOS CELOS NO TE DEJAN SHIRATO!- Le gritó claramente exaltada- ¿No te bastó con que en este momento cediera a tus acciones? ¿No te bastó con que viniera aquí, siendo que, usualmente, todo lo dejo pasar?
-¿Cómo quieres que me baste cuándo a él no le hiciste nada y a mí me pegaste una cachetada?
-Otra vez a lo mismo…- Se levantó de la cama. Por el enojo y las emociones se mareó de inmediato y sintió una punzada en su pecho- ¿Sabes qué? Cuándo se te pase el estrés, me buscas. Ah, es cierto… mañana, después del concierto, regreso a México.
-¡Claro! el maldito concierto- La miró mientras se acercaba a la puerta- ¡Vete de una buena vez con él!
-Sí eso es lo que deseas… probablemente lo haga
Vanessa azotó la puerta al salir, dejando al baterista
molesto en su apartamento. Nuevamente comenzó a hacer disturbios en su hogar,
mientras que la menor se dirigía al hotel, con la salud evidentemente afectada
por lo acontecido.
Cómo pudo logró llegar al hotel, subió en el ascensor y
arribó a su piso. Se dirigía a su habitación a tomar las medicinas para tratar
de apaciguar todas las emociones, pero esto le fue interrumpido. Antes de que
pudiera abrir la puerta de la habitación cayó en el piso desmayada.
Una joven del servició vio el cuerpo que yacía en el piso.
Rápidamente llamó a emergencias. La ambulancia no demoró en llegar y llevaron a
la menor hasta el hospital. Estando allí recobró el conocimiento, dio un leve
resumen de lo que padecía y lograron tratar su malestar. Nunca se imaginó, que
el penúltimo día en su ciudad anhelada, junto a la persona que quería, lo tendría que pasar conectada a agujas en las venas y un respirador.
Al verla, algunas enfermeras lograron reconocerla como la
esposa de Shirato. Estuvieron a punto de informarle que su pareja se encontraba
internada, pero ella pidió que no fuera así, prefirió que llamaran al joven
cantante, quién de inmediato acudió al llamado.
Bien, dicen que al mal paso darle prisa, así que subiré lo que resta de Historia de Amor de repente esta tarde (espero yo)
Realmente necesito, con urgencia, desligarme ya de este fanfiction, de esta pareja sino quiero seguir causándome un severo daño sentimental.
Espero disfruten los últimos 3 capítulos del fanfiction que escribí en mis ratos libres.
Atte:
Una Galleta Escritora
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es muy importante para mi.