viernes, 27 de diciembre de 2013

La soledad de Lorena.

-Puede que no tenga perdón por esto, pero no puedo seguir cuidándote
-Mami, ¿A dónde vamos?

Para Lorena Montenegro, ese día había comenzado como un paseo matutino a lado de su mamá, o al menos eso era lo que creía.

3 Años atrás, Rosaura Montenegro, a sus 16 años de edad, había dado a luz a su pequeña hija, Lorena Montenegro. Esto le provoco muchos problemas tanto con sus padres como con Lauro, su, en ese entonces, pareja. Nadie quería que tuviera a la niña. “¿Cómo haría una niña para cuidar a otra?” era la única pregunta que se hacían todos, pero ella decidió tenerla, había aceptado el hecho de que su descuido había traído una gran consecuencia que debía enfrentar.

Al principio se las vio completamente negras, todos la rechazaban, nadie parecía querer apoyarla ni un poco; ni siquiera sus padres, que terminaron corriéndola de la casa, un acto completamente inhumano, pero para ellos era más importante su reputación que el cuidado de su única hija.

Finalmente encontró un lugar donde quedarse, La señora Irma, dueña de una vecindad, quien la contrato como ayudante. Durante 3 años no había tenido problema alguno, pero Lorena, al ir creciendo, deseaba explorar su entorno, descubrirlo poco a poco. Disfrutaba tocar las plantas que había cercanas, salir, tal vez tirar algunas cosas o deshacerlas para descubrir su funcionamiento. Obviamente esto a la señora Irma no le pareció y le exigió a Rosaura que buscara un nuevo lugar donde quedarse o que se deshiciera de su hija.

Al principio opto por buscar otro lugar donde se pudieran quedar juntas, más al no encontrar ninguno y caer en la realidad de que aún si lo encontrara sus ingresos eran tan míseros que no le serían suficientes para pagar rentas y cuidar de una niña en pleno crecimiento, tomo la decisión de buscar a alguien con quien pudiera dejar a su hija.

Busco entre sus amigos, los pocos familiares que encontraba pero todos le daban la espalda, nadie quería ayudar a “una niña descarrilada”. Según los pensamientos erróneos de sus conocidos eso le serviría de experiencia para hacerse más responsable y que escarmentara lo que había hecho en el pasado.

Ambas se sentaron en una barda de la calle, Rosaura estaba desesperada, 25 de Junio de 2013, era su último día para encontrar un lugar para la niña o ambas serían echadas de la vecindad con sus pocas pertenencias.

-Perdóname princesa, en serio perdóname-decía mientras varias lagrimas corrían por sus mejillas
-Mami, ¿por qué lloras?- con su manita limpiaba unas cuantas lagrimas- yo te quiero mucho, no entiendo porque debo perdonarte. Siempre has sido muy buena conmigo, a pesar de que soy mala niña y me meto en muchos problemas con la señora Irma

Rosaura abrazo a su hija y sonrió, después de todo en su intento de madre primeriza no había fallado hasta ese entonces.

En esa escena algunos se detenían un momento para hacer un leve comentario y después marcharse. Nadie era lo suficientemente solidario como para siquiera acercarse a preguntar lo que les pasaba, jóvenes, niños, adultos, todos pasaban y seguían con su ritmo de vida hasta que una pareja de más o menos 40 y 45 años se detuvieron conmovidos por la escena entre madre e hija.

-¿Se encuentran bien?
-No, la verdad es que no-sollozo Rosaura- no sé qué hacer
-¿Qué les ocurre?- pregunto el hombre de edad mayor, ojos azul cielo y cabello castaño,  al verla llorar de nuevo.
-Mi hija, necesito un lugar nuevo para vivir con ella o a alguien que pueda cuidarla mientras yo trabajo.
-Puede que no conozcamos a nadie, pero podemos acoger a tu hija. ¡Que más nos gustaría acoger a ambas! pero nuestra casa es algo pequeña- menciono la mujer. Su mirada avellana demostraba sincera tristeza por la joven.
-¿En serio?, ¿Ayudarían a una desconocida cómo yo?
-Claro, bien dice el refrán “Has el bien, sin mirar a quien” se ve que eres una buena niña, solo que cometiste unos cuantos errores y por eso te has visto en esta situación.
-Y Si te preocupa el lugar donde se quedaría tu hija puedes acompañarnos a ver la casa, queda no muy lejos de aquí.
-Aunque primero desearíamos saber el nombre de ambas.
-Oh claro, mi nombre es Rosaura Montenegro, tengo 19 años y ella es mi hija, Lorena Montenegro de 3 años de edad apenas.
-Nosotros somos Ulises Ibor y Elena Ladis, síguenos.

Los cuatro caminaron hasta una calle un poco solida, pero aún así con mucha vida, pues se veía una gran armonía entre los vecinos. Los llevaron hasta una casa mediana, fachada de color lila, aunque la pintura estaba algo desgastada por el paso de tiempo, puerta negra de madera y un pequeño jardín antes de entrar. Dentro de ella todo era más conservador, varias fotos enmarcadas sobre las paredes, una sala de tapizado café que hacía juego con el comedor del mismo color. Le mostraron la habitación donde su Lorena se quedaría, la cual era acogedora a la vista, pintada de color rosa, con una cama individual al centro, un ropero a mano derecha, una ventana donde los rayos de sol se filtraban y se tenía acceso a vista de la calle, contaba con baño propio y una pequeña televisión.

-¿Te agrada, Lorena?
-Si mami, es bonito este lugar
-¿Te gustaría quedarte aquí?
-¡Claro! Ambas seriamos muy felices aquí
-Lo serás, ya verás que sí.

Rosaura se quedo el resto de la tarde con los señores y con Lorena, hasta que la pequeña se quedo dormida, la arropo en la cama, pidió que cuidaran muy bien de la niña y regreso a la vecindad de la señora Irma.

Los meses pasaron, Rosaura visitaba cada que podía a Lorena, sus visitas eran constantes, hasta que un día ella desapareció, no volvió a ni a casa de los señores ni a la vecindad. Muchos dicen que huyo del lugar para no tener que volver a hacerse cargo de la niña, otros dicen que fue secuestrada y al no pagar el rescate fue asesinada, otros dicen que simplemente se suicido al haber perdido a su hija, nadie sabe la verdad y, hasta el día de hoy, sigue siendo un completo misterio

La vida de Lorena fue tranquila desde que llego a casa de ambos señores, incluso después de haberse separado de su madre tan abruptamente, creció con la pareja, adoptándolos como sus “abuelos”. Aproximadamente, a los ochos años comenzó a desarrollar una habilidad muy poco común. De la nada empezó a ver pequeñas partes del futuro mediante de sus sueños, la pequeña niña no podía comprender el cómo es que las cosas que veía dormida venían a la realidad, lo tomó como simples supersticiones que no tomó en cuenta, si no hasta los 12 años.

Lorena regresaba de la escuela, a las 2 de la tarde como siempre, acompañada de Vania, su mejor amiga, o mejor dicho, la única, pues la mayoría de sus compañeros de clase la rechazaron al momento en que se enteraron que podía ver el futuro.

-Oye Lorena, ¿Qué te pasó?- la miró preocupada- desde la mañana has estado muy callada, ni pareces tú.
-No…es solo qué-suspiró- ¿Recuerdas que hay algunos sueños, míos, que se vuelven realidad?
-Sí, es de los datos curiosos e interesantes de ti- rió levemente- pero ¿Por qué te tienen así?
-Es mi abuelo.
-¿Qué pasa con él?
-Bueno, mejor dicho mis abuelos- sus ojos se dirigieron al suelo y continuó- los vi morir.
-¿Qué?- contestó incrédula- Tienes que haberte equivocado
-Imposible, conozco a la perfección los sueños que son predicciones, no es fácil de explicar, pero tengo un método que me da las señales pertinentes.
-¿Hay forma de que lo evites?
-No lo sé, no creo… por más que evite que me tacharan de bruja en el salón me fue imposible
-Es que…eso no puede ser cierto.
-Espero estar equivocada.

Vania se despidió de Lorena y entró a su casa. Mientras, la joven Montenegro, continuó caminando hasta su hogar donde fue recibida, con una sonrisa y un cálido abrazo, por parte de sus dos únicos familiares.

Subió a su cuarto, atormentándose aun por sus sueños, dejo la mochila sobre la cama y bajó para comer a lado de sus abuelos, antes de que ellos regresaran a su respectiva ocupación y dejar, a su querida nieta, sola hasta las 8 de la noche.

-Se cuidan mucho-sonrió Lorena- Los esperaré con un café de olla como les gusta
-Te vemos en un rato- contestó Ulises- cuídate y no dejes entrar muchos hombres a la casa
-Yo que quería hacer una mega fiesta-contestó desanimada
-Mientras no dejen mucho desorden-rió Elena- podrás hacer lo que quieras

La familia se abrazó y cada quien partió a sus distintos destinos; El señor Ulises trabajaba como asesor telefónico, mientras que la señora Elena trabajaba como recepcionista en una oficina jurídica, ambos buscaban el mayor bienestar de la niña. Al no tener hijos propios se encargaron de cuidar de Lorena desde que Rosaura la había dejado con ellos, nunca supieron qué, pero Lorena era ese tipo de niñas que nunca se dejaban vencer por más mala que fuera la situación, suponían que eso lo había o aprendido de su madre, o tenido que aprenderlo a la mala por los problemas en la escuela.

Pasaron dos semanas y Lorena, poco a poco, se olvidó de aquel mal presentimiento que había tenido con sus abuelos, aunque eso no significaba que estaba del todo tranquila, lamentablemente cuando ella soñaba algo tan vívido como eso, tarde o temprano se volvería realidad.

Busco por todos los medios posibles la interferencia para evitar la partida de sus personas más queridas, ella sabía que, si ellos no estaban, su vida sería difícil. Después de todo, solo ellos cuidaban de ella, no tenía a nadie más y lo que menos quería era ir a parar a un orfanato.

Llegó de la escuela, un martes 13, una hora más tarde de lo normal y encontró a sus abuelos aun con vida.

Ese día se le dificultó hablar del porque de las cicatrices de sus brazos y los moretones de sus costillas, tenía una semana que sus compañeros del salón la acosaban, le escondían las cosas y en muchas ocasiones la golpeaban, dejándola tirada en calles cercanas a su casa.

Quería gritar, quería librarse de todo eso, pero no pudo, al llegar más tarde de lo normal, encontró a sus abuelos muy apresurados por regresar a sus distintos trabajos; al estar sola de nuevo, subió a su cuarto, se encerró en el baño y con la navaja en manos, comenzó a hacer pequeños cortes en el antebrazo (sin llegar a las venas) no pudo desahogarse por medio del dialogo, así que trató de apaciguar el dolor emocional con el dolor físico.

Con sumo cuidado limpió las heridas y la sangre que corría por las mismas, se encargó de tirar toda evidencia que quedara y reanudo sus tareas con lágrimas en los ojos.

El reloj marcó las 9 de la noche y sus abuelos volvieron a casa, mientras Elena se encargaba de preparar la cena, Ulises se peleaba con Lorena para lograr despertarla, al ver que sus acciones eran en vano, fue al comedor y cenó, solamente, con su esposa.

-¿No has notado distante a Lorena?-preguntó Elena
-Un poco-respondió Ulises- está más callada y sus ojos no brillan como antes.
-¿Sus problemas escolares se habrán agravado?
-No lo sé-suspiró- ¿Te parece si mañana vamos a hablar con los directivos?
-Sería pertinente.

Ambos terminaron de cenar y después del noticiero de las 10 se fueron a dormir, aun preocupados por su niña.

Las 7 de la mañana del día siguiente y el trinar de los pájaros le informó a la pareja que era hora de levantarse para hablar con las autoridades escolares para tratar de arreglar algo, aunque nunca se imaginaron que esa pequeña plática sería lo que desencadenaría una tragedia grande.

Llegaron a la oficina del director quien, amablemente, les ofreció un café casi de inmediato, su plática se llevó aproximadamente una hora, todo lo que los señores pedían era que cuidaran bien de su hija, el director, hipócritamente dijo que así sería y los despidió convenciéndolos de que Lorena tendría una mejor experiencia académica; ambos abuelos se marcharon del plantel con una sonrisa en el rostro.

A las 10 de ese día, el director se dirigió al salón de 1o “d” y pidió a Mariana que saliera un momento, la joven de cabello rizado dejó sus plumas y salió a atender el llamado del director.

-Los padres de "La brujita" 
vinieron a hablar conmigo esta mañana
-¿Me puedo deshacer de ella de una vez?-preguntó con un tono de voz muy infantil
-Solo síguela molestando, hay que hacer que parezca que su salida es voluntaria, sabes que no puedo permitir que haya un problema de tal magnitud en la escuela.
-Está bien papi

La niña de ojos verdes, Mariana Gabardos era la hija del director Aron Gabardos quien no toleraba a niños que fueran “raros” o que salieran del término de “normalidad” que él tenía en mente; el director al enterarse, a principios de año, de la habilidad de Lorena, se empeño en hacer que partiera de la escuela y para ello utilizaba a su hija, quien ejercía el acoso escolar sobre Lorena.

Mariana regresó al salón con una sonrisa en los labios, a fin de cuentas su padre le había dado la autorización de martirizar a una pobre niña que solo buscaba ser aceptada y estudiar; la joven de cabello rizado le avisó a Mauricio, su novio, Gabriela y Laura, sus dos mejores amigas y a cuanto alumno ella conociera que estaba segura que le ayudarían, los citó a la salida en la parte trasera y todos cumplieron con la promesa.

Para mala suerte de Lorena, Vania no había ido ese día por problemas de salud, así que se veía obligada a irse sola a su casa, arriesgándose por completo a los malos tratos de sus compañeros, temerosa, al sonar la campana, tomó sus cosas e intento salir lo más rápido posible del aula pero le fue obstruida la salida por Mauricio.

-¿A dónde crees que vas?-le cuestiono
-A mi casa-contestó con un hilo de voz
-Tú no te irás de aquí hasta que no termine contigo, ¿entendiste?-habló Mariana
-Tengo que llegar temprano
-No me importa

Mariana tomó a Lorena del cabello y la azotó contra la pared provocándole una pequeña herida que le comenzaba a sangrar.

-¿Por qué me haces esto?-dijo con lágrimas en los ojos- yo nunca te hecho nada
-Pero eres rara, alteras la tranquilidad de la secundaria con tus estúpidos sueños predictivos, no mereces convivir con nosotros
-¡No es mi culpa!-Sollozo- yo no pedí esta habilidad a nadie
-Del mismo modo que nadie te solicitó en esta escuela- hizo una seña y 2 chicos de un salón alterno aparecieron con un par de cuerdas- amárrenla y llévenla detrás de la escuela

Ambos pelinegros amarraron a Lorena quien solo lloraba mientras trataba, inútilmente, de zafarse de las amarras, cuando estuvo lista, otros tres chicos aparecieron, dos castaños y uno rubio, para entre los cinco llevar a la presa donde la chica de ojos verdes.

Llegaron a la parte trasera de la escuela y aventaron a Lorena a los pies de Mariana, ella solo la miraba con desprecio mientras Lorena trataba de soltar las cuerdas que la ataban. Mariana se levantó de donde se encontraba sentada, se acerco lo suficiente a Lorena y piso su espalda baja.

-¿Te irás de esta escuela?
-No…-sollozó- aquí quisieron que estudiara, aquí terminaré
-Me vale si te pusieron aquí, quiero que te vayas de mi escuela, hazlo antes de que te pese más
-No…
-Has dictado tu sentencia de muerte.

Gabriela y Laura aparecieron de atrás de Mariana, las 3 jóvenes comenzaron a patearla en diferentes partes del cuerpo mientras que los demás presentes grababan y reían ante la situación, algunos le aventaban basura, botellas, bolas de papel o lo que tuvieran a la mano y Mauricio se encargaba de cuidar que nadie viniera a interrumpir la escena.

Lorena solo quería que su sufrimiento terminara, estaba agotada, lastimada, las cuerdas le lastimaban las muñecas, entre llanto suplicaba que la dejaran, así siguió la tortura un largo rato hasta que un joven de 15 años llego y alejó a los atacantes, intimidándolos con un bate de baseball (Ventajas de tener las practicas después de la escuela), se acerco a Lorena y trató de reanimarla al verla, casi, inconsciente por el cansancio y las heridas.

-¿Quién eres?-preguntó aún llorando
-Yael… ¿Por qué te estaban pegando?
-Me lo merezco, supongo…soy la rara del salón y quieren librarse de mi
-Nadie se merece que lo traten de esa manera-con cuidado desamarraba las cuerdas- una carita tan linda, cómo la tuya, no tiene porqué estar cubierta de lágrimas y mucho menos lastimada
-Gracias-sonrió con dificultad

Yael ayudó a Lorena a levantarse y le sonrió. Lorena tenía frente a ella un chico 3 años mayor que ella, de sonrisa reconfortante, con cabello negro en el típico corte escolar, tez blanca y suave, de ojos café, quien le había detenido la tortura que debía recibir esa tarde.

-¿Qué tan lejos está tú casa?
-Cómo a 6 calles ¿Por qué?
-Bien- se rascó la nuca- de por sí ya voy a llegar tarde a mi clase así que…será mejor que te acompañe, podrían volver
-N-no quiero incomodarte
-Tranquila, no es nada

Yael tomó la mochila de Lorena y, ayudándola a caminar, la llevo en silencio hasta su casa, a pesar de que le hacía curiosidad la situación de Lorena, decidió que no era prudente hacerle preguntas relacionadas.

-Es aquí-señalo su casa
-¡Que acogedora luce!
-Créeme que lo es

Lorena tomo su mochila, se despidió de Yael y al entrar a su casa se dirigió, con trabajo, a su cuarto para limpiarse y curar las heridas.

Para fortuna de Lorena, sus abuelos ya se habían ido a trabajar dejándole solo una nota que le indicaba donde estaba la comida.

Desde ese encuentro, Yael, día tras día, se encuentra a la salida de la secundaria de Lorena esperándola para acompañarle hasta su casa, el día, para la joven de cabello negro y ojos tristes, mejoraba solamente con ver la sonrisa de su amigo.

Todo comenzaba a mejorar, entre comillas, ya qué, sus compañeros, aun la molestaban durante las clases, pero todo le mejoraba con el recuerdo de que tiene una familia que la espera y un par de amigos que la protegen.

-¿No has pensado en que le gustas a Yael?-comentó Vania- es decir, un chico no hace lo que él nada más porque sí
-No lo sé-rió Lorena- pero me da gusto que alguien se interese de alguna manera en mi
-¿Y qué hay de mi?-contestó celosa
-Tú callas porqué sabes que eres como la hermana que nunca tuve
-¡Lo sabía!

Las amigas rieron y se abrazaron, en la casa, sus abuelos estaban felices por ver el cambio de actitud de Lorena, las cosas parecieran que tomaban un mejor rumbo aunque, lamentablemente, no era así.

Aunque Lorena se le veía feliz por los acontecimientos a su alrededor, seguía siendo la misma niña vulnerable por dentro, aquella que, aunque fuera por un simple comentario, volvía a la depresión en la cual vivía

Llegaron las vacaciones de Diciembre, Lorena y sus abuelos se habían quedado en su casa para pasar los días juntos, o al menos lo que pudieran, ya que solo el 24 y 25 tendrían libres los días enteros. Lorena se quedaba todo el día en casa, procurando lo necesario y estudiando lo visto en clases para no olvidar nada. 

Sus amigos, Vania y Yael, habían salido de vacaciones a visitar familiares lejanos, los únicos que se quedaron fueron sus enemigos principales, Mariana, Gabriela, Laura y Mauricio se quedaron y siempre la rondaban para poder deshacerse de ella, a fin de cuentas, estaban en temporada vacacional, por ende, nadie se enteraría que había sido encargo del director de la escuela y no habría problema alguno.

El 20 de diciembre, Lorena, decidió salir a dar un paseo durante la tarde, ya estaba fastidiada de tanto encierro, ella no estaba enterada que sus enemigos la observaban de lejos así que se fue sin preocupación alguna. Paseando por los puestos del mercado, buscando un buen regalo para sus abuelos, sintió como una mano le cubría la boca y otras cuatro la jalaban hacia un callejón oscuro. 

-Es hora de arreglar cuentas- dijo Laura
-No podemos permitir que sigas molestando de esa manera a Mari ni a su papi-habló Gabriela
-Mi princesa te castigará por llegar a nuestras vidas-interrumpió Mauricio

Los 3 chicos le cubrieron los ojos, la boca y la amarraron de manos y pies, sintió como un par de manos, más fuertes, la cargaban para aventarla en la parte trasera de un auto que estaba cerca, por más intentos de llamar la atención todo le fue en vano, pareciese que se hubieran vuelto invisibles en el momento, cuando menos se dio cuenta el auto estaba en movimiento, las lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas y de un golpe en la cabeza quedó inconsciente

Cuando despertó, miró a su alrededor, estaba en una bodega, varias cajas apiladas se encontraban alrededor, trato de moverse pero le fue imposible, seguía amarrada, sin oportunidad de escapar

Al poco rato se abrió la puerta, dejando ver la silueta de una joven, de 13 años de edad, quien, lentamente, se fue acercando hasta Lorena con una sonrisa macabra. 

-Mariana- la miró- ¿Por qué haces esto? 
-Ya te lo había dicho- rió y la alzo por el cabello- quería que te largaras y si no lo hiciste por las buenas, lo harás por las malas.

Comenzó a patearla, nuevamente, hasta el cansancio, con una navaja, en el brazo derecho, le hizo cortes simulando sus iniciales, viéndola tirada y sangrando, Mariana, no pudo evitar el comenzar a reír cómo desquiciada, Lorena, asustada, solo pedía piedad por su vida, no quería morir en ese lugar, no quería que su vida acabará de esa manera tan cruel, no ahora que había encontrado a alguien que podría llegar a quererla como tal.

-Te juro que me iré- lloraba- pero por favor…déjame vivir
-¿Estás segura?
-Sí…pero basta ya…

Mariana tronó los dedos y tres hombres vestidos de negro aparecieron en la habitación, desamarraron a Lorena y la tomaron por los brazos.

-No te quiero ver rondando de nuevo… que te irá mal

Lorena, con los ojos hinchados de tanto llorar, asintió con la cabeza, recibió una última cachetada por parte de Mariana y los hombres la lanzaron fuera del almacén. Lastimada, con dificultad para moverse y con grandes cantidades de sangre perdidas, comenzó a caminar sin rumbo fijo, no sabía dónde estaba, lo único que distinguía era la carretera que estaba a su lado, los autos pasaban y las pocas personas que rondaban la miraban con curiosidad pero sin intenciones de hacer nada.

Cuando su cuerpo no le dio para más se dejo caer en la tierra caliente a un lado de la carretera, no sabía dónde estaba, a donde iba, que sería de ella si nadie la atendía, que pensarían sus abuelos al no encontrarla…con lágrimas en los ojos, su mundo se tiño a negro y no supo de si hasta una semana después.

Despertó en el hospital, Vania, Yael y sus abuelos se encontraban en la habitación, todos preocupados por su salud, al verla reaccionar sonrieron y llamaron de inmediato a los doctores.

-¿Dónde estoy?- preguntó mientras se sentaba en la camilla- ¿qué me pasó?
-En el hospital-respondió Yael
-Te encontraron inconsciente en la carretera y te trajeron de urgencia-completo Vania- ¿quién te hizo eso?

Las lágrimas de Lorena no se hicieron esperar, tenía miedo de que pasara algo peor por echar de cabeza a Mariana pero, si ya se iba a salir de esa escuela, no tenía ya nada que perder, se armó de valor y miro a los presentes, incluidos sus abuelos, quienes iban entrando en ese momento acompañados del doctor Avilés.

-Lo que pasa es que… bueno, todos tienen noción de esto, mis abuelos trataron de arreglarlo pero no se pudo, Vania me ha ayudado a defenderme de los de la escuela y Yael... bien, él me salvo de una golpiza que me estaban dando, Mariana Gabardos me hacía bullyng, pero no solo eso, su padre, el director de la escuela era quien le daba la pauta para ejercerlo sobre mi
-¿Inclusive el director estaba en esto?-exclamó asombrada Elena
-En efecto abuela-suspiró- nadie me ve bien allá por mi tipo de sueños, al director no le agrada nada que salga de la “normalidad” por eso es que le dijo a su hija que me ahuyentara del plantel y lo logro… ya no quiero ir más a esa secundaria

Los ojos de Lorena se nublaron por las lágrimas, recordar todo eso le dolía en el alma, tal vez no tanto lo físico, si no los crueles comentarios que solían hacer sobre ella, ambos abuelos abrazaron a su nieta mientras que Yael y Vania salían en silencio de la habitación dejando a la familia sola.

-¿Qué planean hacer?-preguntó el doctor
-Una denuncia sería conveniente-comentó Vania asomando la cabeza
-Concuerdo con la niña-rió Elena
-No-intervino Lorena- déjenlo ya así…solo quiero olvidar lo sucedido
-¿Acaso quieres que alguien más sufra lo que tú? ¿Acaso quieres que mas niñas vayan por ahí, siendo martirizadas por la estúpida de Mariana?
-No…claro que no
-Entonces ve a declarar pequeña- sonrió Yael

La familia dirigió la vista a la niña, quien, aun llorando, asintió con la cabeza, Lorena había encontrado una fortaleza para apoyarse, o más bien, se había dado cuenta de que la tenía, sonrió ante los presentes y acepto llevar su caso a la corte.

Tras 6 largos meses de juicio contra Mariana y Aron, su padre, se dictó la sentencia encontrándolos culpables de acoso escolar e intento de asesinato a una menor de edad, su sentencia fueron, 4 años de prisión, para Aron y 3 años en la correccional de menores.

Lorena logró volver a la misma secundaria, siendo ya feliz finalmente, conviviendo, como es debido, con sus compañeros de clase, quienes la aceptaban aun con todo y sus sueños, después de todo, la única que había metido la semilla de la discordia entre los alumnos y la joven Montenegro  había sido Mariana todo el tiempo.

Hay que aprender a hablar con la verdad de los problemas, saber gritar cuando es debido, no dejarnos vencer ante los insultos o intimidaciones de las personas, habla con tus conocidos, no dejes que nadie te haga sentir la misma soledad que sintió Lorena.

¿Y por el sueño? Gracias a todo lo que sucedió, ella se había olvidado completo de él y no se cumplió, la familia logró vivir feliz durante un largo tiempo, Vania siguió con la función de su mejor amiga, casi su hermana, mientras que Yael cambió su papel de amigo por un papel de novio.


Finalmente la joven, Lorena Montenegro, pudo sonreír de verdad, el dolor de haber perdido a su madre y el dolor provocado por Mariana poco a poco se desaparecieron de su vida, la soledad de Lorena, finalmente se disipo. 

VANESSA JAQUELINE SÁNCHEZ VELÁZQUEZ




¡Buenas noches lectores!...Cómo podrán notar cambié el playlist y el diseño de blog. 
Se viene un nuevo año y quiero comenzarlo con la música que me hizo crecer y con un diseño renovado. 

Espero disfruten de este cuento de mi autoría, como todo lo que ven aquí, lo escribí hace 2 meses y medio más o menos. El tema que se abarca es uno que, lamentablemente, viví en carne propia tiempo atrás. El famoso acoso escolar.

No tengo mucho que decir.

Atte: Una Galleta Escritora.




sábado, 21 de diciembre de 2013

Anécdota Semanal.

¡Buenas Noches! Tanto tiempo sin subir como se debe en este sitio. Aunque bueno, hubo muchas cosas que no hice por culpa de la escuela.

Hago esta anécdota, más que nada, para tratar de desahogarme por los hechos acontecidos en esta semana que, muy de la nada, se convirtió en ¡UN DESASTRE!

Mi último día "tranquilo" fue el 12 de diciembre, el día de mi cumpleaños. Ese día me hicieron un "singular" regalo vía facebook.
Debo decir que ¡NUNCA! actúe con mala fe...solo...solo actúe sin pensar en los problemas que acarrearían a mi, a mi personaje de roleplay y a su singular pareja.

No he podido comprender el porque lo que pasa a mi alrededor me llega a afectar tanto, ya sea para bien o para mal. Esta fue una de las razones por las que me vi obligada a cambiar de perfil de facebook (y por lo que me enteré recientemente, esta otra persona lo hizo de igual manera) no me sentía en mis cabales... ni mucho menos. Puesto que, hasta cierto punto, había arruinado un matrimonio "sólido" (Muy de la nada, eso sí)

De hecho...el matrimonio de roleplay del que hice mención en una anécdota del 12 de Octubre fue el que se acabó.

¡ME HUNDÍ EN UNA DEPRESIÓN DE UNA SEMANA! A estas alturas...sí aun me siguen doliendo el cambiar tan rápido de las cosas, pero ya no tanto como para estar como me encontraba.

Me sentí mal con el usuario, me sentí mal con ambos personajes y...creo que también conmigo misma. Aunque he de aceptar que la depresión se me desapareció, al momento en que me reclamaron de mis escritos. Ahí, no sé como, pero encontré una fuerza y dije "¡Al demonio todo, métete conmigo pero NUNCA con lo que escribo!"

A las personas que me apoyaron (aunque unas no comprendían el qué de todo esto) se los agradezco. ¡REALMENTE LO HAGO! Los que me dieron razón en aquella disputa...igual lo agradezco. (No sé quién tuvo razón a ciencia cierta, pero cada quién defendió lo que le pareció justo)

De hecho, esto sucedió el...sábado y domingo pasado... el domingo, no sé como, pero me entraron en la cabeza ¡TODOS los temas de química que no había comprendido en el semestre! Fue extraño, pero satisfactorio (Aquí hago paréntesis para agradecer a mi abuela que me acompañó y, casi, me obligó a estudiar para olvidarme de mis males)

El lunes presenté aquel examen, con el cual espero acreditar la materia como es debido.

Con esto que aconteció me di cuenta que...el roleplay no es lo mío jajaja. Con esta sería la tercera vez que mi personaje principal (Llámese Selena, Paris o Valerie) queda severamente afectado sentimentalmente. Aunque bueno, la tercera bien se pudo haber evitado pero, como ya dije, actúe sin pensar. Doy pauta a, probablemente, dejar este tipo de juegos durante...otros 3 años. Me será relajante, aunque aun no estoy segura de lo que haré. (Hablo en serio, después de lo de Selena lo dejé solo 2 meses, con lo de Paris ¡3 AÑOS! y con lo de Valerie...ahí no estoy muy segura)


Por cierto, creo que aquí no lo había comentado. A parte de los cursos de Japonés, en enero, muy probablemente comience con clases de batería.

El gusto por este instrumento me viene desde los 8 o 9 años. La banda poblana "Los patita de perro" me gustaban y asistía a cuanto concierto me era posible (eso es algo que aun hago en la actualidad) y en la mayoría de las veces, solo iba por ver a Charlie (El baterista) desempeñarse en el escenario. Pero no fue hasta actualmente que me enfoqué en la banda SID donde me atrapó la energía de Shirato en la batería y lo decidí. Tardé en convencer a mi mamá, pues nunca termino lo que inicio y tras muchas súplicas (y una clase prueba) aceptó a que tomara clases como tal.

Creo que eso sería todo lo que quisiera contar... bueno y que el 13 de diciembre, mi mamá y un amigo suyo me llevaron a celebrar mi cumpleaños, me llevaron a cenar y a tomar algo (porque a la señorita se le metió el caprichito y quería que le dejaran tomar alcohol) Todo iba bien hasta que nos encontramos a un compañero del trabajo de mi mamá. No diré su nombre, pero él me invitó un caballito de tequila (Para esto ya me había yo tomado 2 copas de laguna azul. Bebida hecha con Vodka y jugo que no recuerdo la fruta) y bueno... terminé riendo como loca y, al llegar a casa, caí vilmente dormida. Jajaja al parecer el tequila fue demasiado (ya que no tenía nada que lo acompañara)


Ahora sí, creo que sería todo.
Pasen buenas fiestas en compañía de sus seres queridos. ¡FELIZ NAVIDAD!

Atte:
Una Galleta Escritora

Una noche de Copas (Introducción)

Pareja: ShizunexShinji
Clasifiación: +18
Temática: Romance Pasional
No. de Capitulos: 3
Autora: Una Galleta Escritora (Vanessa Jaqueline Sánchez Velázquez)
Fecha de Publicación: Los sábados (Esto será cuando termine la emisión de Historia de Amor de repente)
Lugar de publicación: http://gallejackson-enlinea.blogspot.mx/

Notas de facebook del siguiente perfil: https://www.facebook.com/vanessa.jaqueline.92
Links: https://www.facebook.com/Una.galleta.escritora
ADVERTENCIA: Desde el primer capitulo habrá más de una escena sexual explicita. No leer si no toleras este tipo de contenidos y mucho menos denunciar.

<<¿Cómo es que llegué a esto?>> Pensaba entre jadeos y gemidos, disfrutando de un rápido y excitante vaivén. Bien, creo que aun no logro descifrarlo.

Mi nombre es Shizune, tengo 33 años, tez pálida, cabello negro y ojos color avellana. Soy amiga (o algo así) de Shinji, guitarrista de la, ya conocida, banda SID; Ambos somos originarios de Saitama, nos conocemos desde la adolescencia, le he alentado en las dos bandas que estuvo, asistí a su boda e inclusive le ayude cuando se divorció. He hecho hasta lo imposible para que él me dé una de sus sonrisas guardadas... ¿Qué porqué hago todo esto por verlo sonreír? Simple… ¡ESTOY ENAMORADA DE ÉL! Aunque bien, algunas veces pienso que es más pasión lo que siento pero ¿Qué es el amor si no la mezcla, de un sentimiento cursi con la pasión que se desprende del cuerpo de ambos?

Quería que todo siguiera su ritmo, que él nunca se enterará de mis más oscuros sentimientos pues era un sentimiento que quería llevarme hasta la tumba pero...pero todo por una bendita noche de copas... las cosas cambiaron entre nosotros.

Amor, amistad, deseo, pasión, lujuria... tantos sitios profanados por nuestras acciones carnales. Nuestra relación dejo de ser lo que sea. ¿Qué soy para él? no lo sé a ciencia cierta, no estoy segura de nada desde esa noche de copas.





¡Buenas noches!.... Bien, hoy es sábado y ¡FINALMENTE! tengo una entrada "acorde" con el horario que tengo (por cierto, lo quiero modificar un poco) Y bueno, les traigo la introducción a lo que será mi nuevo fanfiction de SID. Este fue escrito, a pedido de un par de contactos en facebook. 

Desde ahora pondré unas cuantas especificaciones con cada fanfiction o escrito que ponga. Solo por seguridad.

El primer capítulo, espero yo, subirlo el lunes por la tarde (Esta noche y la de mañana me pondré a escribir como loca...¡AH! Es un sentimiento tan bello) 

Espero les guste y, para mayor facilidad, en la pagina haré diferentes álbumes para los fanfictions que he subido en el blog (Con este sería el tercero) para quienes deseen leerlos.

ATTE:
Una Galleta Escritora

PD: Espero subir una pequeña anécdota semanal, necesito desahogarme de todo lo acontecido. 

jueves, 19 de diciembre de 2013

Historia De Amor De Repente 10 (FINAL)

La tarde transcurría con tranquilidad. Vanessa terminaba de alistarse para el concierto, al tiempo que terminaba de hacer sus maletas para irse al día siguiente. Shirato se encontraba más tranquilo de las situaciones, aunque la escena de su apartamento aún seguía resonando en su cabeza. Matsushita, por su parte, daba fin a los últimos detalles para su presentación. Aunque, la escena que la menor le había contado, de igual, forma pasaba incansablemente por su cabeza.

-Creo que también eso fue mi culpa- Musitó y se dejo caer en el suelo del lugar- De no haber sido tan impulsivo… nada estaría así
-¡Hey Yuya!-Uno de sus bailarines se acercó hasta donde estaba-
-¿Eh?- Suspiró y se sentó-
-¿Qué tienes?-Le miró- Desde hace un rato estás un poco fuera del mundo… muchas veces te hablamos y parecías estar ido
-Es que…no sé- Rió leve- A ver, contéstame algo. Bueno, te contaré algo…bueno, escúchame por favor- Sonrió- necesito sacar esto
-Claro que sí- Rió ante la revoltura de palabras y se sentó frente a él- Cuéntame que te aqueja
-¿Recuerdas la entrevista que vimos hace una semana?
-¿La de Yukito?
-¡NO!-rió- La del baterista de SID y su esposa
-¡Ah!- Sonrió- Claro, claro ¿qué hay con esa entrevista?
-Conocí a aquella, singular, pareja- Se quedó callado un momento- Ahora ¿Recuerdas aquella carta que me llegó en el tour Sing a Song? Esa…que venía de una joven mexicana…a cookie writer
-Ah sí…algo así-Le miró- Pero... ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?
-Curiosamente… la esposa de Shirato, es la misma que me escribió aquella carta. El mundo es pequeño-Rió leve- Bueno, la conocí, por accidente, pasó y descubrí que era ella quién me escribió esa curiosa carta. Quise conocerla. Me di cuenta que me había gustado aunque no le hubiera conocido de antes. Conviví con ella, con su esposo. Pero ayer…ayer se me ocurrió besarla. Shirato me vio…de hecho por eso llegué con el labio sangrando-Se llevó la mano a la nuca – Por la noche, cuando salí casi corriendo de aquí, fue porque recibí la llamada de un hospital diciéndome que Vanessa Jackson pedía que se me avisara que estaba ahí
-¿Por qué estaba en el hospital?-Le miró sorprendido- ¿Le pasó algo? ¿Shirato le hizo algo? ¿Ella se hizo algo?
-¿Qué?... ¡NO!-Rió leve- Él…si tiene su carácter, pero creo que no sería capaz de hacer algo que la lastimara.-Se quedó pensando- Lo que sucedió es que se pelearon… y bueno, ella tiene un problema en el corazón, el coraje, la sorpresa de lo que yo hice y todo eso le provocó una pequeña crisis.
-Pero… ¿Por qué fuiste tú y no él?
-Seguía un tanto enojada por la discusión-Desvió la mirada- Dijo que prefería que todo se calmara y volvería a hablar con él
-Ah- Ladeo la cabeza- Y en sí… ¿Qué es lo que te aqueja?
-Que de no haber sido por mi acción ellos no se hubieran peleado, ella no habría tenido que estar la noche en el hospital, él no se hubiera alterado a tal manera y yo no hubiera salido golpeado.-Suspiró- eso es lo que me aqueja. Me sorprende que una acción pueda provocar tanto.
-No es para menos-Sonrió de lado el bailarín- Sí te pasaste un poquito de la raya con tus acciones. Ya que lo pienso, no me imaginaba que intentaras algo con una mujer…niña casada
-Ni yo… por eso no comprendo casi nada-Se volvió a recostar en el suelo-
-¿Sabes si ya se volvieron a hablar el día de hoy?
-Creo que no…no lo sé. Los invité al concierto de hoy… no sé si vengan juntos o solo venga ella… o él.
-Tienes dos opciones… preguntarle a ella o preguntarle a él.
-¡Haré la primera!- contestó casi de inmediato- Siento que si ahorita, trato de hablar con él, me asesinará y con justa razón.
-Entonces llámale y pregúntale- Le extendió el teléfono- Si no se han hablado ellos dos…bien, queriendo o no tendrás que hablar con Shirato y explicarle parte de lo que pasó.

Matsushita rogaba porque ya se hubieran vuelto a hablar. Tomó el teléfono y marcó el número de la menor. No tardó mucho y una suave voz le contestó del otro lado.

-¿Bueno?
-Ya te dije que no creo estar “Bueno”- Rió- Ahora que si me lo dices tanto, podría comenzar a creerlo
-Hay Yuya- Rió con ganas- bueno ya, no peleemos de si estás bueno o no. Mejor dime ¿Qué pasa? ¿A qué se debe tu llamada a estas horas?
-Bueno pues- Hizo una pausa- Quisiera saber si…las cosas con tu esposo ya se arreglaron
-Ah…-Se quedó callada- Pues…aun no…yo no me he atrevido a hablarle y…bueno ¿Por qué la pregunta?
-Es que…-Miró a su acompañante, quién hacía señas para saber que pasó- Me siento algo culpable por lo que hice en el parque ayer- Sonrió de lado- pero mantente tranquila. Tú ven al concierto, del resto yo me encargo.
-¿A qué te refieres?-Preguntó con cierta curiosidad- ¿Qué estás planeando?
-Una sorpresa…te veo al rato

El cantante colgó el teléfono y miró a su bailarín, el cual tenía una gran confusión marcada en su rostro. Matsushita se levantó y le tendió la mano a su acompañante para que hiciera lo mismo.

-Dile a los demás que habrá un pequeño cambio de planes con la presentación de hoy.
-¿Qué?... Espera… ¿Por qué?
-No será mucha la diferencia- Sonrió y fue por su chaqueta- Solo se quitará Musicoverdose, Naturally y Beautiful Girl…Sí, solo esas, ya que Hallucination si estaba planeada.
-Espera, explícame más- Lo detuvo- ¿Qué cantarás en su lugar?
-Bien…toda la presentación será tal cual. Solo bueno…a ver- Fue por una libreta y le hizo una lista- Quiero que Hallucination, Foolish Foolish, Love Story Wa Totsuzen Ni y El cover de Let me Love you vayan en este orden.
-Creo que solo tú te entiendes- recibió la hoja de la alineación de canciones- Yo me encargo de decirles a los de la banda.
-Me parece…planéalo y…por sí las dudas- Rió leve- Mantén un botiquín de primeros auxilios a la mano.-Bromeó- voy a reunirme con Shirato, ya regreso.

Matsushita salió algo apresurado del auditorio. Recorrió algunas calles y, como pudo, dio con una cafetería algo cercana al apartamento del baterista (Aunque él no lo sabía) Tomó su celular y marcó el número indicado. Pasaron unos minutos y la voz del mayor se escuchó en la bocina.

-¿Moshi Moshi?
-Yuya desu- contestó el cantante- Emmm…Shirato, necesito hablar contigo
-¿Para qué?- Habló a regañadientes, con la tentativa de colgar el teléfono- ¿Qué más quieres provocar?
-Si vienes y me enfrentas de cara, te lo diré- Contestó algo retador- Ahora que si lo prefieres, puedo ir a tratar directamente con Vanessa y pues… a ver que resulta
-¿Dónde estás?-Dijo de inmediato.

Los sentimientos, del baterista, por su menor eran más que cualquier enojo con aquel cantante. Matsushita sonrió victorioso y le dio la dirección de la cafetería. Shirato anotó y colgó el teléfono. Tomó sus llaves y salió en encuentro con el cantante, arribando en pocos minutos a su encuentro.

-¿No deberías estar planeando un concierto?-Habló el mayor al entrar a la cafetería.-
-¿Y tú no deberías estar con tu esposa el último día que ella está aquí?- Le miró y ladeo la cabeza- Gracias por venir
-No lo hice porque quisiera hablar. Lo hice porque no te quiero cerca de ella por un rato.
-Bien, si quieres no hables pero al menos escúchame.- Suspiró y le miró fijo- Sé que hice mal con lo del parque. Ni yo entiendo el porqué de mis actos, es la primera vez que hago algo así.- Se detuvo y suspiró- También, creo que te hablado algo mal cuando me contestas al teléfono, incluso hace unos momentos lo hice y pido una disculpa por eso. Hay muchas cosas que no estoy entendiendo con respecto a mí.
-¿Por eso la besaste?- Preguntó- ¿Y cómo sabías que tiene sentimientos hacia alguien más?
-Una vez… bueno, en mi concierto del Sing a Song Tour…creo que no importa tanto el que ciudad era, pero bueno. El punto es que me llegó un paquete con varias cartas, dibujos y cosas por el estilo, recolectadas por una página de fans en facebook. Entonces di con una carta curiosa, una carta de una fan mexicana…una joven…bien, no diré el nombre puesto que ella no lo quiere decir, pero se hacía llamar Vanessa Jackson. Me pareció curioso y agradable. Su carta era…algo extraño, pero tierno- Rió leve- Podías sentir lo que ella cuando lo escribió. ¿Alguna vez te ha escrito a ti?
-Lo hace el 11 de cada mes. Ya que no tuvimos la oportunidad de tener un noviazgo como tal, tomamos algunas cosas de estos y las agregamos al matrimonio- Sonrió leve recordando lo último que le dio- Y sí, se puede sentir la dedicación o el tiempo que se tomó para escribir… puedes releer las veces que quieras, pero esos sentimientos no desaparecen, perduran en sus escritos.
-Siendo así, puedes comprender a la perfección lo que dije- Vio el cambio de actitud del baterista- Bueno, posterior a esa carta me creció un gran interés por saber quién era ella. No, no tenía intenciones de una relación ni nada por el estilo, solo quería conocer a la autora.
-¿Y Cómo supiste que fue ella?
-No lo sé-Se encogió de hombros- me costó algo de trabajo, aunque te diré. El día que tomamos el café, con lo que dijo, pude asegurar que fue ella. Luego en el parque, antes de que todo aconteciera, me mostró algo que tenía en este cuaderno- Le entregó una pequeña libreta lila- le pregunté sus inspiraciones, en primera instancia es su ídolo, dijo que de no ser por él no sería mucho de lo que es ahora
-Eso ya me la había dicho a mi también-Interrumpió- Fue la única inspiración que me dijo, bueno su familia también juega papel importante-Rió leve- Aunque sé que hay otras dos
-Una de esas eres tú- Sonrió de lado- Ella te quiere , se le nota en la mirada, en la forma en que habla de ti. Cuando estás con ella, cambia totalmente su expresión.
-¿A qué te refieres con eso último?
-He estado con ella, a solas…tres veces en total-Le miró- Sus ojos suelen ser tristes… cuándo está sola, o bueno, eso es lo que he visto-Rió- Pero cuando estás tú con ella, inclusive puede llegar a sonreír con la mirada. Le cambias el mundo, ayer que estuve con ella en el hospital estaba algo decaída, le interesaba demasiado arreglar las cosas contigo. Eso me lo dijo.
- ¿Cómo sé que eso es verdad?
-¿Qué ganaría con mentirte diciéndote esto?-Arqueo una ceja- Al parecer a mi me ve como… un amigo con el que se puede desahogar en este país extraño para ella. Supongo que todos sus amigos son de México, ¿No?
-Ammm-Hizo una pausa y recordó la noche en que la menor hablaba por teléfono- Pues sí… su vida original está allá. De aquí solo me conocía a mí, hace unos días conoció a los demás de la banda… y bueno, te conoció a ti también.
-Lo curioso será saber el porqué me tomó a mí para desahogarse –Desvió la mirada- Cómo sea… ¿Irás hoy a verla? ¿O al concierto?
-¿Qué le diré?
-Creo que las palabras correctas aparecerán cuando estén frente al otro-Sonrió- ¿No lo crees? Por cierto-Se dio media vuelta- El concierto es en una hora…sería bueno que fueras a cambiarte. Tu Jacksonera estará en el lugar. Con permiso, tengo que irme yo a arreglar.
El joven cantante salió de la cafetería con dirección al auditorio. Tenía media hora para checar el audio del lugar y otra media hora para que se pudiera cambiar y arreglar.  Shirato, por su parte, corrió hasta el edificio. Entró a su apartamento y comenzó a buscar que usaría, necesitaba cambiarse lo antes posible.
-Creo que esto funcionará- Dijo mientras miraba en la cama una camiseta gris, una camisa blanca, bufanda café y pantalón negro.- O no sé…pero ya no me da mucho tiempo de ponerme a elegir algo “adecuado”

Rápidamente se metió a bañar, salió y se arregló en menos de cinco minutos. Jugó solo un poco con su cabello e hizo que sus mechas rojas relucieran un poco más de lo normal. Más de una vez la menor le había dicho que le gustaban sus mechas.  Salió en dirección al auditorio donde sería la cena-concierto, el cual comenzaría en unos cuantos minutos.

Una de las edecanes del lugar le guío hasta la mesa que les había reservado el cantante. Esta se encontraba a unos cuantos metros del escenario, era uno de los que más se encontraban cerca.  Shirato se sintió un tanto confundido, pues su menor no se encontraba en el lugar.

Vanessa estaba en backstage platicando con el cantante, antes de que él saliera a escena y ella tomara su lugar en el público.

-Te tengo una pequeña sorpresa- Sonrió el cantante- ¡Pero quita esa cara triste, niña!
-Es que ¡ah!-Suspiró- No entiendo ya nada de la vida…aparte, perdí mi cuaderno donde tenía varios escritos.
-¿Eso cuando fue?
-Ayer en la tarde
-Yuya, sales en 15 minutos, prepárate por favor- Habló un hombre del Staff y salió del camerino.-
-Bueno, pero estate tranquila, podrás recuperarlos, eres buena escribiendo
-Pues sí –Sonrió de lado- espero poder hacerlo…pero, antes ¿Qué es la sorpresa?
-¡Ah!-Rió leve- No que no cambiabas tu carita
-¡No molestes!-Se sonrojo y rió- Soy curiosa
-No te molestaré pero acompáñame.

Matsushita extendió su mano, la cual fue aceptada por la menor. La llevó detrás del escenario y la recargó en la pared que había ahí. Vanessa quedó de nuevo petrificada, pero sabía que tendría que actuar de inmediato por lo que pasara.

-Antes, prométeme que mantendrás la calma- Le miró fijo a los ojos y posó las manos en sus hombros.-
-¿Qué piensas hacer?-Cuestionó algo asustada.-
-Realmente yo nada- Rió con ganas- solo quería ver tu cara de susto, me gustó desde ayer que la vi en el hospital.
-¡Que cruel!-Rió con él y lo miró alejarse- Ya, dime qué tienes entre manos.
-Hasta hace un momento, tus hombros- Rió nuevamente y se dirigió a una pequeña puerta- Sígueme y no hagas ruido alguno-

Vanessa le siguió y salieron a la parte interna del recinto. Éste estaba dividido en dos por un cristal de doble forma. Ellos podían ver a los presentes del lugar, mientras ellos veían sus reflejos.

-¡Que cosa tan genial!- Musitó Vanessa- ¿Qué hacemos aquí?
-Tú querías ver a alguien en especial este día ¿no?-Sonrió leve y siguió caminando- Aunque no estabas segura de encontrarlo
-Pues con todo lo que pasó, sería casi imposible.
-¡Error!-Rió y se detuvo cerca del escenario- Hablé con él en la tarde. Realmente lo siento por lo que hice ayer- Sinceró y tomó sus manos- Actúe impulsivo, no entiendo la razón…pero lo hice, así que quería enmendar todo…Lo cité y aceptó verme, hablé, le plantee algunas cosas y bueno-Señaló con su cabeza al lado- Ahí está el resultado

Vanessa volteo y se topó con la silueta del baterista. Abrió enormemente los ojos y, casi de inmediato, una sonrisa se dibujó en sus labios. Regresó la mirada al cantante y le abrazó impulsivamente.

-¡DIOS SANTO!- Exclamó casi gritando- Muchas gracias… no lo creo… ¿Cómo lo hiciste?
-Yo no hice más que proponerle vernos…-Correspondió a su abrazo- Él accedió porque no me quería cerca de ti, al menos no por el momento.
-Me has hecho muy feliz con esto- Retomó su posición inicial y volteo a ver a su pareja- El problema es que ahora no sé qué le diré
-Te contestaré lo mismo que a él- Sonrió-Las palabras correctas saldrán al momento de estar frente a frente.
-Espero que sea así

Vanessa se dio la media vuelta, pero el cantante, a nueva cuenta, le tomó por la muñeca. La menor se giró a verlo y ladeó la cabeza un tanto confundida.

-¿Qué pasa?
-Antes de que vayas de nuevo a su lado- Le miro tierno-hay una línea en la carta que me escribiste, que siempre he querido que me digas…
-Creo saber cuál es- Se sonrojó leve- pero… ¿No tienes un concierto que dar?
-Sí…pero tú desapareces mañana, yo seguiré dando conciertos- Rió- Aparte no tardarás mucho
-Bueno pues…-Desvió la mirada- “Last year…when i was sixteen…i wrote a letter for you”
-And i read that letter… Thank you so much for supporting me
-¡Ah, de nada!-Rió nerviosa- Regresemos mejor, te han de estar buscando.
-Claro

Ambos jóvenes regresaron por el mismo camino. Matsushita llegó con su Staff quienes le regañaron un poco por la tardanza. Vanessa, a paso lento, llegó hasta donde estaba su pareja. Cubrió sus ojos y escondió la cara en su cuello. Shirato se limitó a sonreír y tomar las manos de su menor entre las propias.

-Me pregunto ¿quién será?
-Le tocará adivinar quién es la persona que se lo quiere llevar.-Rió leve y besó su mejilla.-

El baterista se levantó y miró a la menor de pies a cabeza, quedando atrapado por su atuendo de esa noche. Era la primera vez que la veía con un atuendo juvenil. Usualmente le veía con ropas, un tanto, infantiles, puesto que ella se sentía insegura con su cuerpo.  Una falda corta negra, blusa blanca y zapatos de tacón negros. El cabello en ondas y con lentes de armazón negro. Vanessa se sonrojó ante la mirada de su mayor y desvió la mirada.

-¿Es demasiado?-Se mordió el labio- Esperaba verlo aquí, no sabía si vendría o no, pero si lo hacía quería que me viera un tanto diferente a como suele verme.
-Se ve hermosa- Fue lo único que atino a decir.-
-¡Buenas noches! Todos tomen asiento- Habló el presentador- Como se había avisado, en esta pequeña celebración por el cumpleaños del presidente de Epic Records Japan, habría un invitado un tanto sorpresa. Démosle un aplauso a Matsushita Yuya.
-Con que por eso era esta cena- Habló la pareja al unísono-

Rieron ante la sincronización y tomaron asiento. La pequeña presentación de cantante dio inicio. La cena transcurrió con cierta tranquilidad, Matsushita hacía pequeñas bromas a los presentes en los intervalos musicales.

La recta final de la presentación se avecinaba, las luces bajaron y Matsushita tomó asiento en un banco que le llevaron al escenario. Al terminar su interpretación de “Foolish Foolish” hizo un pequeño monólogo algo improvisado.

-Los sentimientos son un tanto extraños ¿No? –Sonrió y tomó un poco de agua- Es decir, en algún momento crees encontrar a alguien que mueve el mundo, alguien que, sin conocer a fondo, te cambia por completo. Aunque hay veces que el miedo de ser lastimado, como en el pasado, llega a ser más grande que aquellos sentimientos. En esos momentos, es cuando necesitas que ese alguien te pida que dejes que te quiera, que te demuestre que te querrá hasta que aprendas a superar los fantasmas de tu pasado. Escuchen por favor Let me Love You

Un suave piano comenzó a tocar las primeras notas de la canción. La voz de Matsushita comenzó a relucir conforme pasaba la canción. Al ritmo de R&B de la melodía y la letra “…Girl let me love you And I will love you, Until you learn to love yourself Girl let me love you And all your trouble Don’t be afraid, girl let me help…” Resonando en los oídos de los presentes, el cantante pidió que le acompañaran con aplausos en la presentación.

La menor escuchaba atenta la canción. Una sonrisa se marcó en sus labios y bajó leve la mirada. Había pasado el tiempo, pero esa melodía guardaba cierto significado para ella. El mayor pudo notar las respuestas de su pareja ante la presentación. Prefirió guardar silencio y dejarle disfrutar el momento. Después de todo, él sabía que ella admiraba al joven de ojos marrón. Finalmente la canción terminó.

-Y ya que estamos con el tema de los sentimientos- Rió leve- Es curioso, como en muchas ocasiones el cariño hacia alguien nos llega de repente ¿No lo creen?- Cuestionó a la audiencia, recibiendo algunos murmullos como respuesta-  Unos necesitan una mirada, otros una sonrisa, algunos otros el roce de los labios, aunque estos se separen casi de inmediato. Y hay unos cuantos que gustan de la ilusión que se crea mediante la palabra escrita. Y no es por nada pero…-Rió nervioso- eso último con referencia a una fuente cercana mía, puede asegurar que es la cosa más extraña y, a veces, problemática. Las alucinaciones que provoca el amor, son las cosas más extrañas que una persona puede llegar a vivir.

Vanessa y Shirato se quedaron boquiabiertos ante lo dicho por el cantante. Que si bien el baterista ya tenía un ligero conocimiento de ello, no creía que lo fuera a decir en el concierto. La menor simplemente no supo que decir, desvió la mirada y comenzó a escuchar el tono de “Hallucination”. Sintió que esa canción nunca había tenido tanto significado para ella, como en ese momento.

-…Koori datta mune no honoo ga. Tokedashite moedashite me o tojiru. Nando mo mita yume  Demo konya wa…- Matsushita terminó su canción recibiendo varios aplausos por la interpretación. Sonrió satisfecho y dirigió la mirada hacia la pareja- Aunque también- Comenzó a hablar- Hay veces que las historias de amor son muy…de repente, de la nada. Cuando menos se dan cuenta las personas se enamoran de alguien que no tienen cerca, pero que les acelera el corazón. Eso…eso lo vi en una pareja que conocí hace unos días, inclusive cuando los conocí me hicieron recordar una imagen que leí una vez en facebook.- Rió.- realmente no recuerdo del todo la frase, pero decía “Él era dueño de sí mismo, ella una niña insegura”-Mantuvo una sonrisa en su rostro y continuó- Por lo que sé, él ya tiene su trabajo, ¿Cómo decirlo? Ya tiene una vida hecha, ella aun trata de saber qué hacer con los años de vida que se le vienen encima.  La diferencia entre ellos es amplía, pero… pero eso no les impidió unir sus corazones para formar una historia de amor de repente. Estoy casi seguro, que si ellos no se hubieran conocido en las condiciones que lo hicieron, seguirían solo un par de extraños. Y bueno, realmente quisiera dedicarles esta canción a ambos.

La pareja se miró entre sí, para luego devolver la vista al escenario. Ambos tenían una gran confusión en sus rostros. Pronto la canción comenzó a sonar .Un suave piano y la voz del cantante en una bella balada que, la menor, conocía a la perfección.

-Love Story Wa Tosuzen Ni-Musitó al tiempo que veía a su pareja- No lo había pensado… esa canción… esa canción es nuestra historia de amor de repente. 
-¿Ah?-Le miró confundido-
-Escuche la canción, cuando termine me dará su veredicto
-Yoi

La canción transcurrió tal cual. Al finalizar, finalizó también la actuación de Matsushita, quién agradeció y bajó del escenario. Se cambió de ropa y se reunió en la mesa del cumpleañero. La pareja aun estaba algo confundida por la situación. Shirato le dio una tierna mirada a su pareja y asintió leve.

-Creo que puedo darle la razón en esto.
-¡Gra-cias!- Sonrió-

Una hora más y el evento finalizó. La pareja agradeció al cantante el haberlos invitado y regresaron al apartamento del baterista. Estando finalmente solos se unieron en un duradero y tierno beso. Fue como si en el momento nada existiera más que ellos dos en la sala del lugar.

-Lo siento- Musitó el baterista al separarse de los labios de su menor- No debí actuar así ayer
-Yo también lo siento- Le miró a los ojos y acarició su mejilla.- Debí de reaccionar ante la situación en el parque…y creo que no debí de darle esa cachetada ayer- Se mordió el labio nuevamente- Me sentí mal por eso
-No se preocupe…creo que me la gane-Rió leve- algo me pasó ayer. Los celos me cegaron, cierto. Pero es que no podría dejar que alguien más la tuviese, no desde que me enamoré de usted. La quiero mucho y la quiero solo para mí.
-Estamos en las mismas- Sonrió- Solo soy de usted- Se sonrojó por lo dicho.- No busco a nadie más desde que me perdí por primera vez en sus ojos negros. Quiero estar con usted nada más, no quiero otros abrazos, no quiero otras miradas, no quiero otros besos que no sean los suyos.
-Mi Jacksonera…
-Mi Shirato…

El deseo y el cariño en la mirada de ambos era evidente. Pronto atraparon los labios del otro en un beso un poco más pasional que el primero. No supieron cómo, ni cuándo de sus acciones, simplemente se percataban del sabor de la boca del otro. Era algo que ninguno de los dos quería olvidar.

Shirato comenzó a empujarle leve hasta que la atrapó contra la pared. Estando allí se apegó a ella sintiendo la calidez de la cercanía y la respiración agitada de su pareja por el tiempo y la forma del beso. El  mayor afirmó sus dedos en los muslos de su menor, la cargó y así la llevo hasta la habitación.

Nada les importo, solo el momento, las caricias y los besos del otro. La ropa les estorbó conforme el tiempo pasaba, lo único que necesitaban eran sus manos para recorrer y reconocer cada parte del otro.

Se repartieron besos y caricias tiernas, intercalándolos con algunas mordidas suaves que eran del disfrute de ambos. El momento llegó, la menor no supo qué hacer más que aferrarse a su mayor hasta que se acostumbró a esa intromisión en su cuerpo.  Lo que había comenzado en un lento y placentero vaivén, fue aumentando hasta llegar a ser movimientos casi salvajes y desordenados por parte de ambos.

Las miradas dedicadas entre ellos se encargaban de dar a notar todos los sentimientos que desbordaban con sus acciones. Llegaron a su clímax y se dedicaron una mirada tierna y un beso dulce. Se dejaron caer en la cama mientras sus respiraciones se normalizaban.

-Usted es mi Jacksonera- Acarició su cabello- y la quiero
-Usted es mi Shirato-Sonrió-mi Shirato encantador y lo quiero de igual modo.

Sus labios se juntaron para culminar aquella noche, dando paso para que se quedaran juntos dormidos. Ambos sabían que ya no tenían deseo alguno de estar con alguien más, querían estar solo ellos dos sin importar nada más.

A la mañana siguiente ambos se despertaron temprano, a pesar del cansancio la pareja se levanto. Ambos se arreglaron algo casual (Vanessa había vuelto a ese gusto por las ropas infantiles) y se dirigieron al aeropuerto. La menor no quería separarse de su mayor, pero era necesario, tenía que terminar primero sus estudios y eso era algo que ambos sabían.

-Me esforzaré para poder verlo en las siguientes vacaciones- Sonrió la menor- Bueno, eso si me dejan venir
-Si no la dejaran yo iría por usted- Besó su frente- La quiero y suerte en su semestre.
-Gracias

Se abrazaron y compartieron una mirada de cariño. Vanessa sin duda extrañaría el perderse en sus ojos negros. Shirato, antes de que su menor se alejara, la tomó por la cintura y le habló al oído.

-No creo que sea necesario decirlo, pero mejor lo dejaré en claro- Sonrió- Usted es mía, solamente mía, nadie más la puede besar, abrazar o querer de la manera en que yo lo hago. Así como nadie la puede desear como yo.

Vanessa se estremeció y sonrió ante lo dicho. Asintió con la cabeza y le miró fijo a los ojos.

-Lo mismo va para usted- Rió leve- Usted es mío desde que nos casamos, pero anoche reafirme eso… No le dedique esas miradas tan suyas a alguien más. No abrace a nadie como lo hace conmigo ni mucho menos acerque esos labios suyos a los de alguien más. Que de mi parte eso lo aseguraré, le pertenezco y punto final.

Se unieron en un último beso y sonrieron. Vanessa, al escuchar el llamado de su avión, se separó de su mayor. Le dedico un último “hasta luego” y se dirigió al andén para regresar a su destino. Quién sabe cuándo volvería a pasar tanto tiempo con su mayor, así que procuró guardar todo lo vivido en esos días en sus recuerdos más preciados.

Al regresar a su país y encontrarse con sus amigas, le llovieron infinidad de preguntas acerca de sus vacaciones. Casi a ninguno le contó a detalle,  a la mayoría simplemente les dijo: “Me la pasé bien… ¿Saben lo extraño y divertido que puede ser el casarse con el baterista de su banda preferida? I mean… no tiene sentido alguno, pero es una experiencia interesante” Solo Montse y Careli supieron lo acontecido en los últimos días. Ambas jóvenes dieron el grito en el cielo sintiéndose feliz por su amiga.

A Shirato, por su parte, no le fue muy fácil el esconder lo acontecido. Los chicos de la banda, al verlo en el estudio, pudieron adivinar casi de inmediato lo sucedido, aunque prefirieron guardar silencio y seguir con las grabaciones para el disco.

El amor es algo extraño, llega de la nada y es así como suele irse en ocasiones. Pero se puede casi asegurar que, en cuanto menos lo notes, también vivirás una “Historia de amor de repente” Como esta que te acabo de relatar. ¿Qué como sé todo esto con detalles a ciencia cierta? Bueno… eso, no creo que sea de mucha impresión pero me presentaré ante ti querido lector. Mi nombre es Vanessa Jaqueline Jackson Ciccone, mejor conocida en la historia como Vanessa Jackson de Shirato.


Vanessa Jaqueline Sánchez Velázquez. 






¡Buenas tardes!...Cómo siempre rompiendo el horario de mi blog pero bueno. Ya es bien sabido que me veo en la necesidad de terminar esto prontamente para que mi personaje deje de molestarme hasta el cansancio. 

Espero hayan disfrutado de leer este fanfiction, así como yo disfruté (y padecí en algunas escenas) el escribirlo. Sin duda esta pareja quedo en una muy buena posición de mis gustos de parejas de roleplay o escritos míos. 

Ahora, para aquellos que gusten de conocer las canciones que se interpretaron dejo aquí los links para los curiosos. Y como se puede notar, "Love Story Wa Totszen Ni" Fue la que le dio el nombre al fanfiction, a mi parecer, siempre fue la canción que le quedaba a la pareja.

LET ME LOVE YOU- Ne-Yo (Cover by Matsushita Yuya) 

HALLUCINATION - Matsushita Yuya 

LOVE STORY WA TOTSUZEN NI - Matsushita Yuya 


Ahora... mi contra parte gusta dejarle un pequeño recado a una de sus amigas, y lectoras de este fanfiction.

Wuuuuuuuu!! *-* Me toca a mi hablar!!! anden ewe wuu!!...a ver pues... ewe Andy...chamaca de mi amor...niña consentida mía... NO POR ESTE FANFICTION TE DEJARÉ DE PELEAR AL MORTAL!!!!... ewe Tal vez me tengas en tus manos por el fic que tu escribes...pero te jodes que en algún momento volveré a poder casi asesinarte (Por el momento yo me jodo Q_Q)  ewe NAH TE CREAS! XD te amo :3 jajaja sabes que me gusta pelear contigo ♥ 

Atte: Vanessa "Galleta" Jackson 

Después de ese..."bello" mensaje, yo me despido. Dando así por terminado el fanfiction Historia de amor de repente. Gracias por leerlo y por los comentarios que me dieron de él.

Regresaré en unos días con otro fanfiction de SID... su nombre será "UNA NOCHE DE COPAS" Y será protagonizado por Shinji, el guitarrista de la banda. 

ADVIERTO: 
No pienso volver a pedir una disculpa por mis escritos. Esta vez fue la excepción puesto que a esta persona yo, de cierto modo, ya le había fallado, así que me sentí en la necesidad de darle lo que me pidió y bueno aunque no lo hubiera pedido, creo que lo hubiera hecho, solo para dejar en claro que él no era como lo había relatado.

¡Felices vacaciones y Felices fiestas! 

ATTE: 
Una Galleta Escritora. 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Historia De Amor De Repente 9

-¿En serio estabas tan enferma?- Le miró incrédulo- Te veía tan… sana
-Pues sí, no era algo que supieran todos…
-¿Shirato sabía?
-Ah…sí…
- Sabiendo que estás así ¿aun te hace ese tipo de escenas?

-También fue mi culpa- le miró y se quejó por la aguja en su mano derecha- Tú mismo me dijiste que a qué iba, pero bueno no quería que las cosas quedaran tan…así
-Fue culpa de ambos- acarició su cabello- Tuya por buscarlo cuando estaba tan de malas y de él por no medir las consecuencias de sus actos
-Pues sí- suspiró-

Una enfermera entró en la habitación de hospital con una hoja entre manos. Esta le fue entregada al cantante, para que luego la señorita saliera de nuevo.

-Nee ¿Qué dice?- Le miró curiosa. Trató de reincorporarse pero se atoró con el cable del oxígeno- Bueno, ¿Qué pasa?
-¡Oh por Dios!- Le miró y sonrió- Dice que ya te puedes ir- Rió ante la cara de susto de la menor- Que sigas tu tratamiento y trates de tener las menos emociones posibles
-¿Dice que frecuencia tenía?
-Ammm… 240 latidos por minutos
-¡Woah!- Sonrió sorprendida- La más alta que había tenido era de 200, superé mi record
-¿Suele pasarte esto muy seguido?
-Solo cuando hay estrés, o emociones fuertes o me deprimo… o me emociono, de hecho me sorprende no haber terminado aquí cuando te conocí- Rió leve-
-¡Ah! No me lo hubiera perdonado eso-Rió con ella-

Un doctor entró en la habitación. Se acerco a la paciente y retiró de ella las agujas, el respirador y los parches que monitoreaban su ritmo cardíaco. El médico dio instrucciones al cantante y ambos salieron del lugar, para que ella pudiera vestirse nuevamente. Tomó sus cosas y salió al encuentro con el joven de ojos marrón, quién se ofreció llevarle hasta su hotel de nuevo. Estando allí se despidieron y cada quién retomó su camino.

Vanessa ascendió hasta la planta de su habitación, entro en ella y lo primero que hizo fue convocar a su mejor amiga, Montse, a una vídeo llamada por Skype, necesitaba desahogarse con alguien y estaba casi segura que ella era con quién mejor se podría comprender en el momento. Ya tendría tiempo, después, de desahogarse con su madre.

-Nee…Calina-Chan- Dijo al momento de ver a su mejor amiga en la pantalla- ¿Cómo estás?
-Bien Vanesirris-Le miró –Oye ¿te pasa algo? Te ves…pálida y tu mirada está triste
-¡Calina!- Sollozó y las lágrimas corrieron- wee, vengo llegando del hospital, me mantuvieron ahí la mayor parte de la noche, me pelee con Shirato ¿Quieres más?
-¡Ah!- La miró sorprendida- a ver explícame wee, ¿Por qué te internaron?
-Por que fueron muchas emociones para mi, mi corazón no dio para mucho
-Ahora, ¿por qué la pelea? ¿Eso fue lo que te alteró tanto?
-Pues sí- limpió sus lágrimas- Eso fue lo que me alteró. Me pelee con él porque… -Bajó la mirada y se mordió el labio- Yuya…Yuya Matsushita me besó y él lo vio… Pero, pero yo no busqué eso, I mean… ni siquiera esperaba topármelo en esta ciudad, no creí que me hablaría con tanta familiaridad, no me imaginé que todo llegaría a esto… La única relación que quería con él, en esos momentos, ya era de amistad…wei, tu sabes que yo quería venir aquí por verlo a él, porque extrañaba su cercanía…no fue por Japón no fue por el otro, fue por Shirato por quién vine
-Hay Vane- Le miró- ¿Ya intentaste explicárselo a Shirato?
-Sí… bueno, fui a su apartamento, intenté, no me escuchó…me reclamó que porque a él lo había cacheteado y que porque a Yuya no le hice nada…
-Espérate ¿Qué? ¿Vanessa le diste una cachetada?
-Me besó a la fuerza, estaba enojada ¿Qué querías que hiciera? Suelo ser más impulsiva y babosa si me enojo…ya de por si lo soy…
-Pues sí pero… ¡No mames!-Casi le gritó- Bueno ¿qué piensas hacer?
-Yo que sé- Se quejó y sus lágrimas corrieron de nuevo- Ya no sé, esa faceta de Shirato me dio miedo, aunque bueno, hasta cierto punto yo di pauta para eso… o quién sabe
-Explícame paso a paso la situación, que ya me confundiste.

Vanessa le contó a su amiga lo acontecido, detalle por detalle, no omitió nada. Quería que Montse le diera su veredicto, de que tan loca o cuerda estaba. Al terminar ese relato, agregó:

-Lo peor del caso… Me siento… tan a gusto con mi ojos café
-Dime las diferencias de esos sentimientos- Suspiró- No puedes dejar el matrimonio nada más porque sí
-No, no puedo, no debo, no quiero…-Hizo una pausa- con mi ojos café… no sé, es un locura-Rió leve- me llevo bien con él, estuvo conmigo anoche en el hospital, casi no lo he tratado. Pero eso sí, es un muy agradable fantasma, eso no lo puedo negar.
-¿Fantasma?
-Ah, es que, antes de que todo esto pasara, dos veces me lo encontré de la nada y, según él, parecía que había visto un fantasma, así que ahora lo es
-Ok…hasta en eso eres rara-Rió-
-Ya ni lo digas- Sonrió divertida- Bueno eso es por una parte
-¿Y la otra?
-Shirato…es tan otro mundo-Su mirada y sonrisa delataron sus sentimientos- Me gusta estar con él, aun si solo estamos en silencio con el otro;  me gustan sus ojos negros y las miradas que suele darme, sean profundas, tiernas divertidas…sea como sea me gusta- Se mordió el labio instintivamente- La forma en que me abraza es tierna, de repente posesiva, como por ejemplo el día que vi a Yuya por primera vez, él me rescato de mi perdición, lo vio y ¡Ah! Me encantó como me abrazó en el momento. Cuando me besa… ¡DIOS!...Podría perder mi mente en esos instantes. Simplemente es… es otro mundo
-No me jodas- Rió leve- ¿En serio tienes dudas Vanessa? Se nota, no que lo quieres, te enamoraste de él
-¿E-en serio?-Se sonrojó- Ammm… n-no lo había visto desde esa manera
-No creo que tengas algo más que pensar- Sonrió satisfecha- Shirato es tu opción, punto final. Fin de la Calina-terapia
-Aun así- Suspiró- no sé que vaya a pasar después de esto… I mean…creo que fue demasiado
-Algo…-Sonrió- Tú misma una vez me lo dijiste, y creo que te gusta plasmarlo en tus escritos. Los sentimientos verdaderos sobreviven ¿No es así?
-Pues sí- Desvió la mirada- Esperemos sean verdaderos…No quiero la misma historia de siempre, bueno ni tan de siempre, una vez me duró el gusto.
-Sí, pero que bien que acabo ese gusto pasado
-Fue lo mejor-Rió leve- de no haber sido así, no estaría ahorita tan feliz con mi baterista
-Todo pasa por algo, que no se te olvide eso.
-Jamás se me olvidará- Se quedó pensativa- ¡Oye! No uses mis frases
-¡No está el papelito, chamaca!
-Ya crearé uno


Las amigas rieron y platicaron un rato más. Vanessa logró tranquilizarse, y en conjunto con Montse, creo lo que podría ser un plan de recuperación por aquella pelea. Dudaban que funcionara, pero peor era no tratar algo. 





¡Buenas noches lectores! Bien, cómo dije en el capitulo anterior, quiero terminar en cuanto antes con este fanfiction. Creo que ya tuve suficiente con todo lo que acarreo el crear esta pareja, que si bien se inició con las mejores intenciones, terminó de la peor manera.

En este capítulo, mi mejor amiga de la prepa, hace una aparición especial jugando el mismo papel que desempeña en la escuela. Mi mejor amiga y consejera, que no importa cuantas veces la riegue, está conmigo siempre aunque sea una mala persona. 

Disfruten, y espero mañana subir el capítulo final.

Atte:

Una Galleta Escritora.