viernes, 27 de noviembre de 2015

Discurso: SID, el monstruo musical de Japón.

SID, el monstruo musical de Japón.

“Probablemente voy a evitar que la deterioración suceda no importa qué métodos tenga que usar. Porque sin SID, no habrá Mao, Shinji, Aki, Yuuya…” Masao Yamaguchi.

Constantemente podemos observar en la televisión o las redes sociales como toda la ola asiática nos está invadiendo siendo Corea del Sur su primer exponente, seguido por Japón y muy detrás suyo queda China. La onda asiática está teniendo su gran auge entre los adolescentes y adultos jóvenes en la actualidad, debido a la mezcla de culturas o una moda más que va ganando y ganando popularidad, sin embargo es la música lo que nos está uniendo cada vez más a esos países de los que antes considerábamos irrelevantes.

Hoy, compañeros y maestra, les pido un poco de su tiempo para explicar porqué una de las tantas bandas japonesas que existen es la que yo considero la mejor pese a que nunca ha tocado tierras mexicanas, más que por una proyección que tuvo lugar en un cine de la ciudad de México en noviembre del 2013.

La banda japonesa SID hasta la fecha se ha mantenido en la escena musical debido a su arduo trabajo en cada uno de los singles o discos que lanza constantemente. Desde el primer integrante, su vocalista, hasta el último integrado, baterista y guitarrista al tiempo, han ayudado  para mantenerse en el gusto de fans nacionales e internacionales. Tal vez fue su sonido lo que me atrajo tanto a ellos o tal vez fue la pasión de cada uno de los integrantes, también pudo ser que entre mi aburrimiento de la música cotidiana buscara algo más interesante y terminé por aterrizar en ellos.

La banda fue formada en 2003 por Masao Yamaguchi, Ichiki Akihito, Yuuya Shirato y Ninomiya Shinji, siendo  Yoshigai manabu 17-sai (mushoku) el primer single que sacó la banda. Apenas contaba con dos canciones de sonido metal-rock. La buena respuesta del público y la insistencia de cada uno de los miembros fue lo que los llevó a sacar un segundo disco en 2004 y de ahí ir haciéndose de más público, variedad y futuro por delante.

La variedad en los temas de las letras es lo que da un golpe refrescante a los que los escuchan. La mejor parte de eso es que todo el trabajo es completamente de SID. Ellos se dedican a componer y escribir sus canciones. Mousou Nikki, escrita por Shinji, narra la historia de una chica obsesionada con su ídolo, teniendo el sueño imposible de poder conocerlo y tener una relación amorosa con él. Hoshi No Miyako, escrita por Yuuya, nos cuenta acerca de las graduaciones y las  emociones que eso conlleva. Sleep, compuesta por Aki, cuenta la historia de una infidelidad y los sentimientos que crecen a raíz por ello, sobre todo la indecisión de dejar a la persona que cometió aquél error y el deseo ferviente de aferrarse a él o ella. One Way y Dear Tokyo, escritas por Masao, relatan sus aventuras al llegar a Tokyo. Rakuen nos enseña que pese al dolor o la tristeza, podemos salir siempre adelante, pese a las malas circunstancias. Koi Ni Ochite los tormentos del amor. Ito, Hitsuyouaku, Mitsuyubi, entre otras nos hablan de temas sexuales pero sin llegar a la clásica vulgaridad que tienen las composiciones actuales. El amor, el odio, el erotismo, la alegría, la pasión, el trabajo de SID está completamente cargado de sentimientos.

Sí, probablemente puede haber muchas más bandas más  en Japón, con un sonido más definido, con canciones más “profundas” al hablar de la letra. The Gazette, por ejemplo, es una banda formada en 2002, sólo un año antes que SID, pero conforme ha pasado el tiempo su sonido se ha deformado completamente abandonando lo que fueron en sus inicios, pasaron de un rock progresivo a el tan famoso dubstep y actualmente un sonido metal acompañado por guturales, dejando de ser fieles a su estilo; aunque SID haya dejado su apariencia visual-kei, se mantuvieron con ese toque de jazz, rock y metal que siempre los caracterizó. Me atrevo también a hablar de Diaura, banda “joven” de la rama del Visual Kei con un futuro prometedor, pero que a mi parecer son de un sonido más fuerte y que se mantiene en el mismo estilo la mayoría de las veces.

Tal vez se pregunten ¿Para qué necesitan ustedes saber de ésta banda? Como estudiantes de la facultad de lenguas debemos estar abiertos no sólo a las culturas inglesa y francesa, sino que debemos ampliar nuestro conocimiento acerca del mundo aunque, más allá de eso, vivimos en una sociedad eternamente influenciada por Estados Unidos y con música cada vez más denigrante o “basura” tales como el reggaetón o los narco-corridos tan famosos de nuestro país. Ese tipo de música aparte de carecer de tema o coherencia en la letra, no hacen más que denigrarnos como personas o sociedad.

En la actualidad ya casi ningún artista “conocido” o que está en “crecimiento” se preocupa por las composiciones, las letras o el mensaje que desean dejar en sus oyentes, sólo se dedican a lo que venden, como el exhibicionismo, las canciones sexuales vulgares, las canciones insultantes o de odio. Es este sentimiento de molestia ante la decadencia musical que estamos viviendo una de las cosas que me motivó a platicarles de SID. Ellos, a comparación de la mayoría de los artistas occidentales, están completamente casado con la música, se toma su tiempo para crear para montar la escena, la canción, la composición que desean mostrar a sus fieles fans.

Sin embargo, SID no son sólo una gran recomendación musical, sino que también ejemplos de que los sueños se pueden cumplir. He mencionado que Masao relata las aventuras a su llegada a Tokyo, eso es porque un chico del éste de Japón se atrevió a seguir su sueño, compró un boleto únicamente de Ida a Tokyo y aún con todas sus carencias, como no tener un lugar dónde dormir o no tener el dinero suficiente para comprar comida, pese a todo lo que pasó en esos primeros años no se dio por vencido, y en un Izakaya junto con sus compañeros la banda SID se formó después de tanto esfuerzo.
 Admito que al momento de conocerlos, tenía alrededor de 2 años que había dejado de escuchar música rock, por lo cual estaba algo peleada con escuchar las guitarras, el bajo, la batería de fondo, todos los elementos que los conforman me provocaban dolores de cabeza casi en el momento. Pero algo hubo en el opening de aquella serie que veía que me hizo voltear la cabeza y fijarme al menos en una canción de SID, a pesar de los dolores mencionados. Esa voz tan única del cantante y el sonido alegre de una canción me hicieron que tiempo después terminara enviciándome con ellos.

 “The Monster band of the indie scene” fue el apodo que se ganaron en sus primeros años de trabajo al crecer tan rápido en popularidad. El trabajo con los megáfonos y pese al poco repertorio que tenían para ofrecer hacía que la gente tuviera cierta curiosidad en ellos conforme avanzaban. Siempre a la expectativa de que es lo que tenían ahora en mente.

Sin embargo las personas voltean y se toman un momento para escuchar su trabajo, no sólo por el sonido refrescante, alegre y apasionado de sus canciones. Es también la variedad de las personalidades de los miembros y el atractivo visual que poseen. Masao Yamaguchi, aparte de ser una gran voz, tiene unos ojos enormes y un rostro casi infantil que dista mucho de esa forma tan perversa en la que piensa y trabaja su mente a la hora de componer. Ichiki Akihito con toda la sensualidad que expresa, sus ademanes, poses y esa manía de deshacerse de la playera cada que puede no tiene nada que ver con esa forma tan tímida de ser con las personas nuevas, y esa voz tan baja que casi no se escucha al hablar en las entrevistas. Ninomiya Shinji el guitarrista, suele mostrarse como un hombre serio con un gran gusto al vestir y el sentido intacto de la elegancia, pues no importa qué en la mayoría de los lives aparece con un traje diferente, se destaca por ser un amante de los video juegos y gran conocedor de ramen, aunque también ese amor desmesurado al poro que lo lleva a crear pequeñas mascotas con el nombre de “negippis”. Finalmente nuestro baterista Shirato Yuuya es el único que llega a acoplarse con su forma de ser y de lucir. Aunque tiene sus momentos de seriedad, Shirato es quien saca las sonrisas de los integrantes y de los fans.

SID Me ha dejado en claro muchas cosas, aparte de ser la banda con la que mejor me sé reconfortar musicalmente hablando, me  han enseñado a no darme por vencida, a aceptar los cambios, crecer día a día como persona, profesionalmente hablando, pero sobre todo me han enseñado que si se tiene amor, dedicación, pasión y devoción por un sueño, cualquiera que sea, puede llegar a convertirse en realidad por medio del trabajo arduo y constante.

He de aceptar con la frente en alto que la banda SID ha marcado un antes y un después en mi vida, cómo hasta la fecha sólo un artista había logrado hacer. Porque conocer y entrar en el mundo entero que conforma una banda o artista extranjero no es sólo encontrar su música, pensar qué es bueno o de un gran atractivo visual y simplemente seguirlo debido a eso, el conocer y volverse fan es conocer toda su historia, su contexto, su cultura para poder realmente decir que te gustan.

Para finalizar quiero dejarles una de mis frases preferidas por parte del vocalista, Masao Yamaguchi, donde puedo ver el gran amor que tiene a SID.

“Algún día voy a ser tan viejo que no podré cantar mas. Cuando llegue ese momento, quiero que la gente riendo y bebiendo en ese izakaya donde todo empezó, sean nosotros cuatro.” Masao Yamaguchi.

Vanessa Jaqueline Sánchez Velázquez.