Un par de extraños, un par de desconocidos, un par de
naciones diferentes ¿quién dice que para el amor se necesita tiempo? Hay veces
que una simple mirada, una palabra, una sonrisa es todo lo que basta para
encontrar a aquella persona.
-Las cosas ocurrieron de la nada- comentó la joven a la
entrevistadora
-Un simple comentario fue lo que detonó la bomba que se ha
visto ahora- contestó él, con uno de sus típicos gestos graciosos que lo
caracterizan.
-Es que es algo completamente imposible-agrego la entrevistadora-
es decir… solo por un comentario hacia su artista preferido-señalo a la joven-
decidieron casarse
-De hecho ella lo propuso, yo solo acepté y planee la
boda-rió
-Hay una pequeña y muy breve historia acerca de esto… aunque
todo se resume a eso, cuando hizo un comentario acerca de MJ, le pregunté la
fecha de la boda, aunque si él no hubiera querido se habría quedado callado
ante el comentario que solicitaba
-¿Qué tipo de comentario?
-Tengo un ranking para enamorarme, hablas bien de mí y hay
un 5% de que caiga, hablas bien de mi ropa y es un 5%, ahora que si hablas bien de mi ídolo tienes un 90% y
combinado con nuestras antiguas pláticas se dio esto.
-Bien, lo escucharon por primera vez aquí, del propio
Shirato Yuuya y, su ahora esposa, Vanessa Jackson-sonrió la presentadora del
programa- agradecemos su visita y la respuesta a nuestras dudas.
-No hay de que- contesto a la pareja al unísono
La cámara se apago, ambos se despidieron de la presentadora
y salieron del lugar para ir a casa después de un día un tanto largo para
ambos, una boda tan repentina, una semana de exámenes estresantes y los planes
de trabajo era algo que tenía agotada a la pareja.
-¿Cómo te sentiste en la entrevista, mi
Jacksonera?-preguntaba Yuuya mientras conducía
-Algo extraña…realmente me siento nerviosa hablando frente a
la cámara
-Te acostumbrarás
-Supongo-rió- si me pongo nerviosa con mis compañeros
escolares...no quiero saber que tendré que pasar
Dos mundos muy diferentes se cruzaron ¿Quién se iba a
imaginar que, Shirato Yuuya, el baterista de la banda SID, terminaría
contrayendo nupcias con una mujer, más joven que él, siendo una fan mexicana?
Lo curioso no es que fuera una fan, si no el hecho de ¡Los Kilómetros de
distancia que los separaban! Si bien, las redes sociales son de gran ayuda para
diferentes situaciones, nadie pensaría que pasaría esto.
La joven, Vanessa Jackson (cuyo nombre real nunca ha querido
decir a todos) comenzó como fan de una singular pagina del fandom ID-S y se
topo con él, al principio fueron solo
simples comentarios, simples bromas entre los dos, algo divertido para pasar el
tiempo, si algo tenían en común era esa forma de ser siempre los divertidos del
grupo en el que se encontraran, solo que Vanessa solía ser más tímida con la
gente y más anti-social…aunque al tener la suficiente confianza, con algunas
personas, llevaba el ritmo que Shirato.
Nunca llegaron a tener una plática como tal, una plática que
los hiciera adentrarse en el mundo del otro, solo los comentarios y las bromas
que tenían, al parecer para ellos era más sencillo hablarse de esa manera, no
querían nada de formalidades en ese aspecto, se les haría aburrido, así que
decidieron dejarlo en cosas randoms y
esporádicas ya que, debido a la diferencia de horario, eran muy escasas sus
conversaciones.
Pasó el tiempo y, justamente, ocurrió lo que, Vanessa,
comentó en la entrevista, un simple comentario en la escala de enamoramiento y
le propuso matrimonio (sí es que a eso se le puede llama propuesta). Al
principio se pensaba que solo habían sido palabras… simples juegos entre ambos…
¡Cuán grande fue la reacción de Vanessa al ver que Shirato hablaba en serio!,
cuando menos se dio cuenta, él estaba arribando al aeropuerto de México para
llegar a ver a su prometida.
La familia de
Vanessa, al ver la diferencia de edad y la forma tan extraña de su compromiso,
se negó, y no fue hasta una semana después, de tenerlo a prueba, que decidieron
dar permiso para que la menor contrajera las nupcias.
Vanessa no comprendía el orden de las cosas, pero se sentía
feliz al saber que se casaría con alguien que le agradaba, con quien
congeniaba, con quien se identificada y que la enamoraba por las miradas que le
daba, aunque no supieran mucho el uno del otro.
Shirato, por su parte, se sentía de la misma manera, le hacía ilusión el
casase con esa joven mexicana, era de las pocas fans mexicanas que conocía y
por su actitud tan agradable y tímida, también por sus múltiples sonrojos, fue que quedo cautivada por ella.
La boda fue privada, de hecho nadie se entero del todo, en
Japón, solo eran rumores, mientras que en México, Vanessa no había dicho nada
por miedo a la reacción de sus, pocos, amigos;
el evento fue algo sencillo pero romántico, solo la joven pareja y el
padre que oficiaría la ceremonia, él vestido cual príncipe, casi de cuento
infantil y ella con su vestido blanco,
con el cual ella anhelaba casarse, no tan prontamente, pero lo anhelaba.
Tras la boda, Shirato tuvo que regresar a Japón, pero
dejándole la promesa a su, ahora, esposa que regresaría por ella al momento en
que se enterase que había terminado sus estudios semestrales.
Cuando, ambos jóvenes, contaron la noticia de la boda, sus
conocidos y allegados tardaron un poco en creerles, a los demás integrantes de
SID tal vez no tanto, pues de tiempo
atrás lo veían más tiempo en facebook
que lo normal y con la desaparición tan repentina de Yuuya les fue más creíble, el problema fue con
Vanessa y sus conocidos, casi nadie creía la situación, muchos pensaban que
todo había sido por medio de un roleplay,
pues ella era conocida por su gusto a ese tipo de juegos, aunque al ver las
fotos y el anillo de matrimonio, Vania, Aurora, Careli, Andrea, Montserrat,
Katia y Karla quedaron boquiabiertas, en verdad, su amiga, se había casado con
el baterista de una banda Japonesa.
Vanessa terminó el quinto semestre de preparatoria, con
calificaciones un tanto deficientes debido a su salud, pero a fin de cuentas,
había librado todo riesgo de exámenes extraordinarios.
Después de miles de suplicas a su madre, le dieron el
permiso de pasar, sus dos semanas de vacaciones, en Japón a lado de su esposo.
Al llegar ahí todo le fue extraño, desconocía, en su mayor
parte, el idioma, apenas comenzaba con los estudios de éste cuando se suscitó
esta situación, más el cambio de horario
tan brusco la dejaron verdaderamente cansada, aunque su felicidad era mayor
pues vería al hombre con quien pasaría su vida y visitaría, una de las
ciudades, que más ilusión le hacía conocer.
-¡Mi Jacksonera!-comentó Yuuya al verla llegar por el andén
-¡Shirato!-corrió hasta él.
-Ha sido un largo tiempo…
-3 meses-rió- nos casamos a mitad de mi semestre
-Pues ojalá esos 3 mese se hubieran podido evitar.
Yuuya la tomo, con suma delicadez y ternura, por la cintura,
Vanessa lo abrazó por el cuello, la pareja junto sus frentes y tras una mirada
llena de amor, unieron sus labios en un romántico beso, un beso de película, se
podría decir. Los curiosos, que reconocieron a Shirato, tomaron algunas fotos
de la escena presenciada.
La pareja separo sus labios y ambos sonrieron, Yuuya le
ayudó con su equipaje y la acompañó hasta el hotel donde se quedaría (la única
condición para que Vanessa fuera, era que se quedara en un lugar alterno a la
casa de su esposo). Durante el trayecto
hasta el hotel fueron en silencio, ninguno de los dos estaba del todo
seguro que decir, esas eran las desventajas de haber hecho un matrimonio tan
espontaneo como el suyo.
Durante la noche, salieron a dar una vuelta en los
alrededores donde comenzaron a platicar acerca de lo que le gustaba y lo que
les disgustaba, durante esos momentos se dieron cuenta que tenían más cosas en
común de lo que imaginaban. Comenzaron a planear actividades, juntos, para esas
dos semanas que tenían.
Con el tiempo y las platicas que tuvieron en esos días
se conocieron un poco más, entre salidas, risas, libros e historias, se
encariñaban a más a cada momento con el otro y aunque no se lleguen a conoce
del todo en ese, corto, tiempo que se les otorgó, les queda el tiempo de toda
una vida para conocerse.
Para un amor, no existen barreras, edades, ciudades o
fronteras, viene de todas las formas y tamaños, puede que esta historia te
parezca extraña…o más bien la forma en que la pareja contrajo nupcias pero…
pero ¿qué más da? Ellos se enamoraron por sus actitudes, no por su aspecto
físico, se atrajeron porque supieron complementar al otro, no por simple
superficialidad, ellos se casaron porque, en verdad, había sentimientos de por
medio.
VANESSA JAQUELINE
SÁNCHEZ VELÁZQUEZ.
¡Mis lectores! Bien debido a que perdí el tiempo durante todo el día no planee algo al 100% así que les dejo este pequeño fanfiction que escribí la semana pasada, a pesar de que dije que no lo subiría creo que me animé a hacerlo. Espero les guste tanto como le agradó a los ID-S y amigos que se los he mostrado.
Espero esta vez sí cumplir mi palabra de "One Shot" en algo que hago de este tipo...el problema es que me están llegando ideas y muchas personas me están pidiendo continuación así que no sé aun el veredicto de esto.
Otra cosa, favor de ignorar que la protagonista lleva uno de mis seudonimos (Vanessa Jackson) solo..solo olviden ese punto.
Sin mucho que decir me despido. Tengan una linda noche.
By: Una Galleta Escritora.