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~Holanda 2025~
L
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as 7 de la mañana. ¡Demonios! Mi alarma no había sonado,
para variar. Y es que, solo a mí se me ocurre seguir usando el despertador que
me regaló mi abuelo antes de fallecer. Hace 4 años, pero había estado con él
desde mucho antes. Es una reliquia, lo sé, pero tiene mucho valor para mí.
Apresurada, y aterrada, por la hora en el reloj, me levante
de un salto de la cama. Salí corriendo hasta la puerta del baño, cuando la voz
de mi madre, proveniente de su cuarto, me detuvo:
-Alice ¿Vas tarde
otra vez?
-Algo hay de eso -Sonreí culposa- Considerare tu idea de comprar un nuevo reloj despertador... Tal vez usar el teléfono para eso.
-Algo hay de eso -Sonreí culposa- Considerare tu idea de comprar un nuevo reloj despertador... Tal vez usar el teléfono para eso.
Negó con la cabeza divertida y yo me limité a sacarle la
lengua divertida. Como si aún tuviera cinco años.
Mi ducha no duró más de 5 minutos. Salí apresurada del
cuarto de baño, para adentrarme a mi cuarto de nuevo y ponerme lo primero que
encontré que lucía "decente": Pantalón y balerinas negras, una blusa
roja con pulseras del mismo color de mi ropa. Tomé mi bolso y baje las
escaleras corriendo, saltándome algunos escalones. Un último brinco y
finalmente estuve en la planta baja. Sin molestarme en saber quién estaba abajo
y quién no, me apresuré a la puerta principal, cruce el umbral y corrí hasta mi
deportivo. Arroje la bolsa al asiento del acompañante, de un salto entre a él,
para finalmente encender el motor.
– ¡ALICE!- Escuche la voz severa de mi padre. Un hombre ya
mayor y algo regordete. Sus ojos verdes se posaron sobre mis manos, que estaban
al volante-¿VAS TARDE DE NUEVO? -Preguntó molesto, al tiempo que movía la
cuchara en su taza de café- ¡NI SIQUIERA HAS DESAYUNADO, NO TE PUEDES IR ASÍ!
-¡Tranquilo papá!- Le conteste y giré la llave del auto- Prometo comprar algo en el camino.-Puse la reversa- Por cierto, dile a mi mamá, que probablemente tomaré su consejo de cambiar el reloj. Comienza a darme muchos problemas.
-¡Tranquilo papá!- Le conteste y giré la llave del auto- Prometo comprar algo en el camino.-Puse la reversa- Por cierto, dile a mi mamá, que probablemente tomaré su consejo de cambiar el reloj. Comienza a darme muchos problemas.
Reí y, sin esperar
una respuesta por parte suya, salí del aparcamiento de mi casa. Rápidamente
cambie el rumbo y emprendí una carrera a la escuela. Quiero suponer la
expresión que puso mi papá con lo que le dije: Entorno los ojos, negó severo
con la cabeza y regreso a casa para terminar su café, antes de partir a su
oficina. (Es lo único que hace cuando me quiere reprender, recientemente.)
Mi familia lo es todo para mí. He vivido con mi madre, mi
padre, mis abuelos y un par de sirvientes desde mi infancia. Todo lo que puedo
recordar ha sido bueno a su lado. Mi madre, una señora de 42 años, nacida en
Estados Unidos; a pesar de su edad, no se nota en sus facciones, es una amante
de las compras y la cocina. Su cabello suele variar, a veces es negro, otras
rojizo y muy escasas veces castaño, esta vez lo tiene castaño; De ojos verdes y
tez blanca. Mi padre, el ser más estricto que pueda alguien conocer, aparenta unos
30 pero tiene 45, unas cuantas canas relucen en lo negro de su cabello y barba.
Sus ojos son grandes, a comparación se los de mi madre, y azules. Siempre he
querido tener los ojos como mi padre, pero saque los de mi mamá. Mi padre es
alemán, al igual que yo. Mis abuelos... Mis segundos padres, Albert y Sonia.
Ambos ya murieron, solo recuerdo algunos cumpleaños que me celebraron cuando
mis padres no estuvieron conmigo debido a los negocios. El último que murió,
hace 4 años.
Ahora que lo pienso, mencione algo de "lo que puedo
recordar" ¿Verdad? Bien, lo que pasa es que a los 17 tuve un accidente de
auto algo fuerte. Dicen mis papás que el chófer de ese entonces no se dio
cuenta que la luz estaba en alto y cruzó sin más. Al parecer, por el impacto,
tengo amnesia. Pero, los doctores siempre mencionan que es casi imposible que
solo no pueda recordar el lapso de 13 a 17 años. Aunque, los psicólogos apuntan
a que debido a los eventos de esa edad (los cuales también mencionan mucho mis
padres) yo misma pude haber bloqueado los recuerdos a tal grado que ni con
hipnosis han podido llegar a ellos. Mi mamá asegura que no hay nada que valga
la pena recordar de ese entonces, y si eso es verdad ¿Para qué intentar
recordar? Cada que me crece la curiosidad, trato de convencerme a mi misma:
"Si lo olvide ha de ser por algo" Aunque créanme, a veces me mata la
incertidumbre de no saber que hay ahí. Y más cuando veo la nota del reloj que
me dio mi abuelo:
"Encontrarás la verdad, el día que el brillo de dos luceros
grisáceos llene tu vida. Sólo en ese momento tu mente se decidirá a abrirse con la
ayuda de tu corazón."
Negué frenéticamente con la cabeza al aparcar en el
estacionamiento de la universidad. Lo malo de intentar recordar yo sola es que
me da un terrible dolor de cabeza que es peor que la migraña. Abrí la guantera
y tome el frasco de patillas, que papá me había dado para cada que anduviera de
curiosa en mis pensamientos y me dolerá la cabeza, saque 2 y las tomé con un
trago de agua. Bajé del auto y emprendí una carrera más: al salón. Un poco
mejor, por el efecto de las patillas, comencé a correr con todo lo que mis
piernas me permitían. No es como si fuera a llegar tarde a una clase
importante, pero es la última semana de clases, y sinceramente no quiero partir
de aquí con el remordimiento de haber desperdiciado los últimos momentos con
mis amigos de aquí. Finalmente llegué al salón. Tal vez choque con dos o tres
personas, hice que Taylor tirara sus libros y que la maestra Misty casi
derramara su café, pero llegué en una pieza.
-¡WOAH! -Exclamó Aloin, una vez que entré al aula- Aparte de
bonita ¿Saliste corredora?
-Mejor cállate Aloin -Lo reprimió Eline- Tú siempre le dices eso cuando llega tarde.
-No es mi culpa que eso me haga pensar cuando la veo llegar de esa manera -Se cruzó de brazos y se levantó de su asiento- Aparte, no estés de celosa sabes que a ti también te puedo decir cosas bonitas. Pero "shhh" -Posó su dedo índice sobre sus labios- cuando Alice no esté aquí.
-¡AH! -Le dio un golpe en la cabeza. Yo me limitaba a reír y ver la escena- ¿Quién te dijo que yo necesito algo de cosas bonitas de tu parte? Igualado, no me estés molestando o ya verás.
-Anda Eline- No paraba de insistir- yo sé que quieres.
-No quiero nada que venga de ti. -Respondió seca y se dirigió a mí- Y tú, deja de darle vueltas y dale el sí, que si no te juro que mis nervios van a explotar de tener que aguantarlo.
-¡Oye! -Me queje, pero seguí riendo- No le daré el sí solo por tus nervios.
-Que desconsiderada eres. -Se quejó- Bueno ya ¿por qué llegaste tarde?
-Mi reloj no funcionó por la mañana.
-Cómo siempre -soltaron ambos al mismo tiempo.
-Mejor cállate Aloin -Lo reprimió Eline- Tú siempre le dices eso cuando llega tarde.
-No es mi culpa que eso me haga pensar cuando la veo llegar de esa manera -Se cruzó de brazos y se levantó de su asiento- Aparte, no estés de celosa sabes que a ti también te puedo decir cosas bonitas. Pero "shhh" -Posó su dedo índice sobre sus labios- cuando Alice no esté aquí.
-¡AH! -Le dio un golpe en la cabeza. Yo me limitaba a reír y ver la escena- ¿Quién te dijo que yo necesito algo de cosas bonitas de tu parte? Igualado, no me estés molestando o ya verás.
-Anda Eline- No paraba de insistir- yo sé que quieres.
-No quiero nada que venga de ti. -Respondió seca y se dirigió a mí- Y tú, deja de darle vueltas y dale el sí, que si no te juro que mis nervios van a explotar de tener que aguantarlo.
-¡Oye! -Me queje, pero seguí riendo- No le daré el sí solo por tus nervios.
-Que desconsiderada eres. -Se quejó- Bueno ya ¿por qué llegaste tarde?
-Mi reloj no funcionó por la mañana.
-Cómo siempre -soltaron ambos al mismo tiempo.
-En lugar de que me regalen un nuevo reloj, ustedes me regañan. -Despeiné a
Aloin y a Eline le di un golpe en el brazo- Los desconsiderados son ustedes.
Estuvieron a punto de
lanzarse sobre mí, pero la maestra Rosemarie me salvó de ser asesinada por mis
2 amigos. Reí victoriosa en sus caras, y tras escuchar un "Ya verás a la
salida" me fui a mi asiento. No había duda, extrañaría a esos dos locos en
mi regreso a Alemania.
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