SID, el
monstruo musical de Japón.
“Probablemente voy a evitar que la deterioración suceda no importa qué
métodos tenga que usar. Porque sin SID, no habrá Mao, Shinji, Aki, Yuuya…”
Masao Yamaguchi.
Constantemente podemos observar
en la televisión o las redes sociales como toda la ola asiática nos está
invadiendo siendo Corea del Sur su primer exponente, seguido por Japón y muy
detrás suyo queda China. La onda asiática está teniendo su gran auge entre los
adolescentes y adultos jóvenes en la actualidad, debido a la mezcla de culturas
o una moda más que va ganando y ganando popularidad, sin embargo es la música
lo que nos está uniendo cada vez más a esos países de los que antes considerábamos
irrelevantes.
Hoy, compañeros y maestra, les
pido un poco de su tiempo para explicar porqué una de las tantas bandas
japonesas que existen es la que yo considero la mejor pese a que nunca ha
tocado tierras mexicanas, más que por una proyección que tuvo lugar en un cine
de la ciudad de México en noviembre del 2013.
La banda japonesa SID hasta la
fecha se ha mantenido en la escena musical debido a su arduo trabajo en cada
uno de los singles o discos que lanza constantemente. Desde el primer
integrante, su vocalista, hasta el último integrado, baterista y guitarrista al
tiempo, han ayudado para mantenerse en
el gusto de fans nacionales e internacionales. Tal vez fue su sonido lo que me
atrajo tanto a ellos o tal vez fue la pasión de cada uno de los integrantes,
también pudo ser que entre mi aburrimiento de la música cotidiana buscara algo
más interesante y terminé por aterrizar en ellos.
La banda fue formada en 2003 por
Masao Yamaguchi, Ichiki Akihito, Yuuya Shirato y Ninomiya Shinji, siendo Yoshigai manabu 17-sai (mushoku) el primer
single que sacó la banda. Apenas contaba con dos canciones de sonido
metal-rock. La buena respuesta del público y la insistencia de cada uno de los
miembros fue lo que los llevó a sacar un segundo disco en 2004 y de ahí ir
haciéndose de más público, variedad y futuro por delante.
La variedad en los temas de las
letras es lo que da un golpe refrescante a los que los escuchan. La mejor parte
de eso es que todo el trabajo es completamente de SID. Ellos se dedican a
componer y escribir sus canciones. Mousou Nikki, escrita por Shinji, narra la
historia de una chica obsesionada con su ídolo, teniendo el sueño imposible de
poder conocerlo y tener una relación amorosa con él. Hoshi No Miyako, escrita
por Yuuya, nos cuenta acerca de las graduaciones y las emociones que eso conlleva. Sleep, compuesta
por Aki, cuenta la historia de una infidelidad y los sentimientos que crecen a
raíz por ello, sobre todo la indecisión de dejar a la persona que cometió aquél
error y el deseo ferviente de aferrarse a él o ella. One Way y Dear Tokyo,
escritas por Masao, relatan sus aventuras al llegar a Tokyo. Rakuen nos enseña
que pese al dolor o la tristeza, podemos salir siempre adelante, pese a las
malas circunstancias. Koi Ni Ochite los tormentos del amor. Ito, Hitsuyouaku,
Mitsuyubi, entre otras nos hablan de temas sexuales pero sin llegar a la
clásica vulgaridad que tienen las composiciones actuales. El amor, el odio, el
erotismo, la alegría, la pasión, el trabajo de SID está completamente cargado
de sentimientos.
Sí, probablemente puede haber
muchas más bandas más en Japón, con un
sonido más definido, con canciones más “profundas” al hablar de la letra. The
Gazette, por ejemplo, es una banda formada en 2002, sólo un año antes que SID,
pero conforme ha pasado el tiempo su sonido se ha deformado completamente
abandonando lo que fueron en sus inicios, pasaron de un rock progresivo a el
tan famoso dubstep y actualmente un sonido metal acompañado por guturales,
dejando de ser fieles a su estilo; aunque SID haya dejado su apariencia
visual-kei, se mantuvieron con ese toque de jazz, rock y metal que siempre los
caracterizó. Me atrevo también a hablar de Diaura, banda “joven” de la rama del
Visual Kei con un futuro prometedor, pero que a mi parecer son de un sonido más
fuerte y que se mantiene en el mismo estilo la mayoría de las veces.
Tal vez se pregunten ¿Para qué
necesitan ustedes saber de ésta banda? Como estudiantes de la facultad de
lenguas debemos estar abiertos no sólo a las culturas inglesa y francesa, sino
que debemos ampliar nuestro conocimiento acerca del mundo aunque, más allá de
eso, vivimos en una sociedad eternamente influenciada por Estados Unidos y con
música cada vez más denigrante o “basura” tales como el reggaetón o los
narco-corridos tan famosos de nuestro país. Ese tipo de música aparte de
carecer de tema o coherencia en la letra, no hacen más que denigrarnos como
personas o sociedad.
En la actualidad ya casi ningún
artista “conocido” o que está en “crecimiento” se preocupa por las
composiciones, las letras o el mensaje que desean dejar en sus oyentes, sólo se
dedican a lo que venden, como el exhibicionismo, las canciones sexuales
vulgares, las canciones insultantes o de odio. Es este sentimiento de molestia
ante la decadencia musical que estamos viviendo una de las cosas que me motivó
a platicarles de SID. Ellos, a comparación de la mayoría de los artistas
occidentales, están completamente casado con la música, se toma su tiempo para
crear para montar la escena, la canción, la composición que desean mostrar a
sus fieles fans.
Sin embargo, SID no son sólo una
gran recomendación musical, sino que también ejemplos de que los sueños se
pueden cumplir. He mencionado que Masao relata las aventuras a su llegada a
Tokyo, eso es porque un chico del éste de Japón se atrevió a seguir su sueño,
compró un boleto únicamente de Ida a Tokyo y aún con todas sus carencias, como
no tener un lugar dónde dormir o no tener el dinero suficiente para comprar
comida, pese a todo lo que pasó en esos primeros años no se dio por vencido, y
en un Izakaya junto con sus compañeros la banda SID se formó después de tanto
esfuerzo.
Admito que al momento de conocerlos, tenía
alrededor de 2 años que había dejado de escuchar música rock, por lo cual
estaba algo peleada con escuchar las guitarras, el bajo, la batería de fondo,
todos los elementos que los conforman me provocaban dolores de cabeza casi en
el momento. Pero algo hubo en el opening de aquella serie que veía que me hizo
voltear la cabeza y fijarme al menos en una canción de SID, a pesar de los
dolores mencionados. Esa voz tan única del cantante y el sonido alegre de una
canción me hicieron que tiempo después terminara enviciándome con ellos.
“The Monster band of the indie scene” fue
el apodo que se ganaron en sus primeros años de trabajo al crecer tan rápido en
popularidad. El trabajo con los megáfonos y pese al poco repertorio que tenían
para ofrecer hacía que la gente tuviera cierta curiosidad en ellos conforme
avanzaban. Siempre a la expectativa de que es lo que tenían ahora en mente.
Sin embargo las personas voltean
y se toman un momento para escuchar su trabajo, no sólo por el sonido
refrescante, alegre y apasionado de sus canciones. Es también la variedad de
las personalidades de los miembros y el atractivo visual que poseen. Masao
Yamaguchi, aparte de ser una gran voz, tiene unos ojos enormes y un rostro casi
infantil que dista mucho de esa forma tan perversa en la que piensa y trabaja
su mente a la hora de componer. Ichiki Akihito con toda la sensualidad que
expresa, sus ademanes, poses y esa manía de deshacerse de la playera cada que
puede no tiene nada que ver con esa forma tan tímida de ser con las personas
nuevas, y esa voz tan baja que casi no se escucha al hablar en las entrevistas.
Ninomiya Shinji el guitarrista, suele mostrarse como un hombre serio con un
gran gusto al vestir y el sentido intacto de la elegancia, pues no importa qué
en la mayoría de los lives aparece con un traje diferente, se destaca por ser
un amante de los video juegos y gran conocedor de ramen, aunque también ese
amor desmesurado al poro que lo lleva a crear pequeñas mascotas con el nombre
de “negippis”. Finalmente nuestro baterista Shirato Yuuya es el único que llega
a acoplarse con su forma de ser y de lucir. Aunque tiene sus momentos de
seriedad, Shirato es quien saca las sonrisas de los integrantes y de los fans.
SID Me ha dejado en claro muchas
cosas, aparte de ser la banda con la que mejor me sé reconfortar musicalmente
hablando, me han enseñado a no darme por
vencida, a aceptar los cambios, crecer día a día como persona, profesionalmente
hablando, pero sobre todo me han enseñado que si se tiene amor, dedicación,
pasión y devoción por un sueño, cualquiera que sea, puede llegar a convertirse
en realidad por medio del trabajo arduo y constante.
He de aceptar con la frente en
alto que la banda SID ha marcado un antes y un después en mi vida, cómo hasta
la fecha sólo un artista había logrado hacer. Porque conocer y entrar en el
mundo entero que conforma una banda o artista extranjero no es sólo encontrar
su música, pensar qué es bueno o de un gran atractivo visual y simplemente
seguirlo debido a eso, el conocer y volverse fan es conocer toda su historia,
su contexto, su cultura para poder realmente decir que te gustan.
Para finalizar quiero dejarles
una de mis frases preferidas por parte del vocalista, Masao Yamaguchi, donde
puedo ver el gran amor que tiene a SID.
“Algún día voy a ser tan viejo que no podré cantar mas. Cuando llegue
ese momento, quiero que la gente riendo y bebiendo en ese izakaya donde todo
empezó, sean nosotros cuatro.” Masao Yamaguchi.
Vanessa Jaqueline Sánchez Velázquez.